Las autoridades chinas han asegurado en un comunicado que los niveles de radiación en la central nuclear de Taishan, al sur del país, se han mantenido dentro de los límites establecidos después de que el Gobierno de Estados Unidos iniciara una investigación para esclarecer las causas de una posible fuga en uno de los reactores.
El diario The Global Times se hecho eco de un escrito en el que la empresa estatal responsable de la energía nuclear en China asegura que no existe riesgo radioactivo en la región. En las últimas horas el Gobierno de Pekín ha tenido que salir al paso de una información publicada por la CNN en la que se aseguraba que se había producido una fuga radioactiva en una planta que está ubicada en la región de Guangdong, al sur del país y una de las más próximas a Hong Kong.
Según la información de la cadena televisiva, departamento de Estado norteamericano recibió una carta de la empresa Framatone, de capital francés y responsable de parte de la central, alertando de un "riesgo inminente de radiación".
Lo que las autoridades chinas se que han reconocido es que varias barras de combustible utilizadas en el reactor principal sufrieron un "fallo menor" que, según el comunicado, es habitual en otras centrales del mundo.
China insiste en que los niveles de radiación permanecen dentro de lo normal y asegura que ni la salud de los trabajadores ni la de los habitantes de la zona está en peligro.
Según el Ministerio de Ecología y Medio Ambiente chino explicó que el reactor principal sufrió una pequeña sobrecarga durante las operaciones pero que en ningún momento se sobrepasaron los límites establecidos. "El elevado nivel de radiactividad en el circuito de la Unidad 1 está relacionado principalmente con el daño en las barras de combustible debido a la influencia de factores incontrolables en el proceso de fabricación, transporte y carga"-asegura el comunicado.
El Gobierno chino ha sido rotundo en sus afirmaciones y a argumentado que el fallo en las barras de combustible se ha producido en aproximadamente 5 de las más de 60.000 con las que cuenta el reactor.
Pekín quiere cerrar cuanto antes una polémica de la que responsabiliza a la CNN por la utilización de "incorreciones" en la información hablando de fugas cuanto -siempre según la versión china- tan sólo se habría producido un fallo menor.
Mientras que la comunidad internacional exige que China ofrezca una explicación verosímil y trasparente, el Ministerio de Medio Ambiente del país asiático asegura que los niveles de radiación registrados se encuentran muy por debajo de los de una fuga y que por tanto el uso de esa palabra es incorrecto y llama innecesariamente al alarmismo.