La madre de Lucía, una niña de 11 años violada por su abuelastro: “Sólo quiero que mi hija sea feliz”

  • A la niña se le negó la interrupción legal del embarazo

  • El bebé murió a los 10 días de nacer

  • El violador ha sido condenado a 18 años de prisión

Soledad Bazán denunció ante la policía que su hija de 11 años fue violada por la pareja de la abuela de la niña y que, producto del abuso, la menor quedó embarazada. Los hechos ocurrieron en San Miguel de Tucumán, al norte de Argentina. A la niña se la conoce como Lucía para proteger su identidad. Contó que su abuelastro la había violado y expresó un deseo tajante de abortar. La ley la amparaba, pero el Gobierno tucumano tardó cuatro semanas en ordenar la interrupción de su embarazo y solo actuó cuando recibió un oficio judicial. Ya era demasiado tarde: los médicos dijeron que existía riesgo para su vida y le practicaron una cesárea. El bebé, concebido por su violador de 65 años, pesaba 660 gramos al nacer y murió a los 10 días.

El acusado fue condenado en un juicio abreviado a 18 años de prisión por el delito de “abuso sexual doblemente agravado por el grave daño a la salud mental y física de la niña aprovechando la situación de convivencia”. La decisión, que fue tomada por los integrantes de la Sala V de la Cámara Penal de Tucumán, rozó la máxima pena tipificada en los casos de abuso sexual agravado –que es de 20 años– y será de cumplimiento efectivo.

Tras conocer esta sentencia, la madre de Lucía ha hecho pública una carta en la que pide que el violador no salga antes de tiempo. "Aunque hubiese querido que la condena al violador de mi hija fuera de cadena perpetua, creo que 18 años está bien, lo que pido es que se cumpla la sentencia y que no lo larguen hasta que la termine", escribió en una carta a la que accedió el canal de noticias TN.

Soledad afirma en su carta que lo más importante es la felicidad de su hija y reparar el daño que le causaron."A mi hija y a toda nuestra familia la marcaron de por vida con este dolor. Como mamá, lo único que quiero es que mi hija sea feliz. Y con esta condena, podamos mirar hacia adelante y reparar todo el daño que nos causó el violador".

Los médicos -Cecilia Ousset y José Gijena, obstetras- fueron acusados judicialmente por el delito de homicidio, causa que se mantiene abierta hasta este momento. Respecto de ellos, la carta de Soledad sostiene: "Les agradezco infinitamente a los doctores José y Cecilia que han estado con nosotras desde un primer momento. Por eso le pido a la Justicia que cierren la causa contra ellos porque son inocentes. Ellos le salvaron la vida a mi hija".

La madre de la víctima sostiene que, tras la sentencia, su hija está intentando recuperar su vida normal: "Lucía terminó la escuela primaria y seguirá estudiando este año, y quiere hacer baile. Ahora tengo que tratar que mi hija esté bien, que recupere su vida normal y pedir que el Estado se haga cargo de todo lo que la Justicia ordenó para que no le pase esto a otras niñas", sentenció la madre.