El juicio político contra el presidente estadounidense está dando muchos dolores de cabeza a los demócratas. Principalmente, a los 12 candidatos que pelean por arrebatar el poder a Trump en las elecciones de noviembre.

Pero sobre todo, a los que han llegado a las puertas de los primeros caucus: Bernie Sanders, Elizabeth Warren (que lideran las encuestas), Michael Bennet y Amy klobuchar. Los 4 han tenido que dejar de lado su campaña en Iowa para asistir en la Cámara Alta al Impeachment, y esto, les puede pasar factura.

Lo que tendrá lugar en Iowa no es una elección, tampoco unas primarias al uso; sino un caucus o asamblea electoral. Los electores votarán para elegir al candidato que peleará por la presidencia en ambos partidos. En esta ocasión, como los que están en el poder son los republicanos, el peso recae principalmente en el partido demócrata.

En el caso de los republicanos, las reglas son sencillas. El voto se emite en secreto simplemente escribiendo el nombre del candidato elegido en un papel y depositándolo en una caja. En las filas demócratas el tema tiene más complejidad: se forman grupos de preferencia en diferentes espacios habilitados para ello y los votantes tratan de convencer a los electores indecisos. Cada grupo que vota a un candidato debe superar el 15% de los presentes en la votación, y si no es así, tienen que renunciar a su líder y unirse a otro candidato que les permite llegar a ese porcentaje.

En Iowa viven 3 millones de personas y su economía se basa en la agricultura. Aunque no representa a la sociedad estadounidense contemporánea, su papel en las elecciones es crucial ya que es, por tradición, el primer estado en votar.

Los ojos de miles de periodistas, políticos y analistas miran a Iowa por varios motivos. El más importante, porque al ser el primero en votar permite hacerse una mejor idea de lo que seguirá. Aquí veremos quienes son los candidatos con más posibilidades que el resto.

La segunda razón es porque ganar en este estado se traduce en recibir una cobertura mediática más extensa, y al final, en una mayor recaudación de fondos para la campaña del vencedor. Y, por último, Iowa destaca por ser un estado indeciso, con 6 votos electorales, que en caso de que la campaña final esté muy reñida puede inclinar la balanza hacia uno u otro lado.

ImpeachmentEn estos momentos, las encuestas colocan al senador de Vermont, el progresista Bernie Sanders (22.3%) como favorito en Iowa. Le sigue muy de cerca el moderado Joe Biden (21.8%), y atrás quedan, el ex alcalde de South Bend en Indiana, Pete Buttigieg (16.3%) y la senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren (13.9%).

Dos de ellos, Sanders y Warren, están obligados a presenciar el juicio político contra Donald Trump en el Senado, y esto está afectando a sus campañas. A tan solo 5 días para las votaciones en Iowa, los candidatos no saben si podrán pelear por los electores a pie de campo, o desde Washington.

Algunos han optado por apoyarse en la familia, como Sanders, quien ha confiado en su mujer, Jane O´Meara Sanders, el último esfuerzo antes del 3 de febrero. Los voluntarios que colaboran en la campaña de Bernie trabajan a contrarreloj sabiendo que están en desventaja porque no pueden contar con su líder. Para los periodistas que cubriremos los caucus de Iowa resulta imposible saber en cuál de los muchos eventos que hay organizados para este fin de semana se encontrará Bernie, si estará en Iowa o no el fin de semana, o incluso, desde dónde seguirá las votaciones. Sencillamente, no hay plan ni agenda.

Esto podría dar ventaja a su competidor más directo, Joe Biden, quien se recorre estos días cada rincón de Iowa y lanza mensajes ante los medios que le dan cada vez más fuerza. Como, por ejemplo, unas declaraciones en las que afirma que le gustaría que la ex primera dama, Michelle Obama, sea su vicepresidenta y Barack Obama juez de la Corte Suprema.

Adivinar cómo estará la situación el próximo lunes 3 de febrero es prácticamente imposible. Los senadores tienen hoy y mañana para formular sus preguntas en el juicio político. Y el viernes, está previsto, que se vote si se admite el testimonio de más testigos o no. Los demócratas quieren que el ex asesor de seguridad John Bolton suba al estrado y cuente lo que planea publicar sobre el Ucraniagate en un libro que publicará el próximo mes de marzo.

Los republicanos, que hasta ahora no apoyaban la declaración de testigos, ya no lo tienen tan claro a raíz de la información publicada por el The New York Times el domingo que asegura que Bolton, exasesor de Donald Trump en la Casa Blanca, defiende que Trump quería conseguir las ayudas a Ucrania hasta que el país le ayudara a investigar a los Biden.

Esto nos deja dos escenarios. Si los testigos no son admitidos, el viernes o el sábado a más tardar, se podría poner fin al Impeachmentcon la salida triunfal del presidente Donald Trump (recordemos que el Senado es quien decide y es de mayoría republicana). En este caso, los candidatos demócratas podrían seguir su camino en Iowa, no es lo ideal, pero el domingo ya podrían estar allí para ayudar en el empujón final hacia la victoria.

Si se aceptan los nuevos testigos, el juicio político se alargaría, y teniendo en cuenta que el lunes 3 de febrero se celebran los caucus en Iowa y el martes 4 tendrá lugar el discurso del Estado de la Unión, no es de extrañar que comencemos a escuchar a los testigos a partir del día 5.