California, uno de los estados norteamericanos más vanguardistas, velará por las condiciones laborales de sus trabajadores autónomos con un nuevo panorama legal. Este año, miles de colaboradores externos son elegibles para acogerse a la nueva ley que ofrecerá protecciones muy similares a las que normalmente van unidas a un contrato de trabajo regular: seguro de desempleo, cobertura médica, vacaciones, días por enfermedad, etc. Además, el estado ha aumentado el salario mínimo a 13 dólares la hora y se espera que en el 2023 lleguen a los 15 dólares por hora, algo que ya ocurre en la ciudad de Nueva York.
Todos sabemos que la vida del autónomo tiene sus cosas buenas, pero también mucha inseguridad financiera y, en la mayoría de los casos, pocos beneficios. En California, esta situación acaba de terminar. El pasado 18 de septiembre, el gobernador californiano Gavin Newsom, promulgaba una ley que tenía como objetivo ofrecer protecciones salariales y beneficios a los miles de conductores freelance (como se les conoce en inglés) que trabajan para las empresas de VTC (Vehículos de Alquiler con Conductor) de este país, además de a los trabajadores de otras compañías con el mismo sistema de contratación.
Hoy esa norma, la ´propuesta AB5´, ya se está aplicando desde el día 1 de enero, y ha puesto en pie de guerra a empresas como Uber y Lyft que se niegan a contratar a sus colaboradores externos. Hasta ahora, ambas se habían ahorrado pagar a sus trabajadores beneficios como un salario mínimo, un seguro médico o acceso al paro. Y eso es, precisamente, con lo que el estado californiano quiere terminar. Ahora bien, el tema no es tan fácil, ya que la ley no tiene un efecto de aplicación directa, sino que son las propias empresas las que tienen que regularizar a sus trabajadores, o bien los propios empleados quienes recurran a la justicia en caso de que esta normativa no se cumpla.
Uber y otras empresas similares del sector, emprendieron en el 2019 su propia campaña de recogida de firmas contra esta nueva ley. Entonces invirtieron alrededor de 110 millones de dólares y más tarde, el 30 de diciembre del 2019, presentaron una demanda contra el estado de California. En ella aseguran que esta normativa solo quiere ¨atacar y reprimir a los trabajadores y empresas en la ´economía gig´¨, aquella que se basa en el trabajo por demanda en el mercado digital. Además, las compañías aseguraron que la normativa representa una gran amenaza para sus negocios e importantes pérdidas económicas.
A pesar de que la mayoría de los trabajadores apoyan esta nueva ley, algunos no quieren renunciar a la flexibilidad que les ofrece este tipo de trabajos. Así lo explica Pier Zarabia, conductor de Uber desde hace 6 años: ¨en mis ratos libres puedo conducir, puedo estar en cualquier parte de la ciudad, a la hora que sea y a mi eso me viene muy bien para combinarlo con otros trabajos¨.
Este año también trae cifras récord en el aumento del salario base en los diferentes estados, sobre todo en Seattle, donde tienen el mínimo más alto que llega a los 16 dólares la hora. Según las cifras recopiladas por el National Employment Law Project (NELP), otros estados que han subido sus salarios mínimos por hora son la ciudad de Nueva York (13,52 euros), una de las ciudades más caras del país; California (11,72 euros), Washington (12,17 euros), Arizona (10,82 euros) y Distrito de Colombia (13,53 euros), entre otros.
Estos aumentos de salario base, en general, han sido bien recibidos, pero muchos piensan que es un arma de doble filo, como por ejemplo Marta Alonso, una fotógrafa y gerente de restaurantes española afincada en Nueva York. ¨Creo que estas subidas no benefician a nadie, porque aumentan los salarios, pero también los precios. Ganas más y gastas más¨, explica Marta a NIUS, ¨se encarece la vida. Lo vemos en los restaurantes, en la vida cotidiana, en todo. Yo tengo muchos amigos que se están yendo de la ciudad de Nueva York porque dicen que no pueden pagarlo, un apartamento para una persona cuesta como mínimo 2.000 dólares al mes¨, las cuentas no salen.
No en todo el país han comenzado el 2020 con tan buenas noticias. Por ejemplo, Georgia y Wyoming, donde el salario mínimo es de $5,15 (4.64 euros) por hora no han visto ningún incremento con el nuevo año. Suerte que la mayoría de los trabajadores de ambos estados se rigen por el salario mínimo que fija el estado federal de $7.25 (6.54 euros) la hora, el cual se mantiene desde hace más de 10 años intacto.