Sigue el pulso entre la Unión Europea y AstraZeneca por la falta de vacunas contra el covid Bruselas enviará a un equipo de inspectores a la planta belga de la farmacéutica para comprobar si tiene problemas de producción. La Comisión exige que envíe las dosis pactadas desde cualquiera de sus fábricas, incluidas las del Reino Unido. La situación amenaza en convertirse en un conflicto diplomático.
Llegar a un acuerdo está cada vez más lejos. La reunión entre la CE y la farmacéutica ha acabado sin avances y con reproches. AstraZeneca se mantiene en sus trece y argumenta el recorte de suministros, en principio, por problemas de producción en una de sus plantas en Bélgica.
Bruselas exige que lleguen de cualquier modo, de la fábrica que sea. Incluso desde las británicas. Porque esas plantas son parte del acuerdo, según dice la comisaria de salud, y por eso las tienen que entregar.
El pulso roza ya el conflicto diplomático entre los exsocios. Porque esa propuesta enerva a Reino Unido, quien por cierto, sigue vacunando sin alteración alguna.
Según la farmacéutica, Reino Unido no tiene problema de suministros porque ellos firmaron antes los contratos.
La comisión rechaza la lógica de que el primero que llega se lo lleva. “Esto puede funcionar en las carnicerías de barrio pero no en los contratos”, ha sentenciado la comisaria europea de salud, Stella Kyriakides.
Quien sí cumplirá con lo prometido para este primer trimestre es Pfizer. A partir del 15 de febrero aumentará significativamente las dosis para compensar los retrasos.
Mientras, mañana estaba previsto que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) apruebe su distribución en Europa.