"Estamos inmersos en la tercera ola, la presión asistencial crece, aún tenemos recursos pro las UCI están trabajando a más de cien por cien de las camas que teníamos hace un año, apelamos a la responsabilidad individual de cada uno manteniendo la distancia. No hemos llegado al pico en las UCI llegan 15 después del pico en planta, siguen ingresando pacientes en la planta. Es trabajo de todos frenar esto". Es el mensaje de Jesús Priego, médico en la UCI del hospital universitario de Ourense.
Por su parte, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha apelado en un bando municipal a la responsabilidad mediante el uso de la mascarilla y preservando la distancia social para prevenir contagios de coronavirus. "No hay camas de hospital ni personal sanitario que pueda contener por sí solo esta pandemia si cada uno de nosotros no ayudamos a combatirla", ha advertido en su mensaje. La máxima autoridad local emplaza a los alicantinos a seguir "plantando cara" a la pandemia con responsabilidad, exponiendo la situación en la que se encuentra la ciudad durante esta tercera ola. "Esta batalla no es de unos pocos, es de todos, y sólo si todos ponemos lo mejor de nosotros mismos, sólo si todos hacemos lo que a cada uno le toca, sólo así, todos juntos lo conseguiremos".
La tercera ola "vuelve a poner en riesgo a nuestra salud y a nuestra economía", por lo que insta a los vecinos a no desfallecer en el empeño de combatir a la Covid después de todo el sacrificio de los meses anteriores. "Hago una llamada a los jóvenes, a los mayores, a los adultos y a los niños, a todos los ciudadanos en definitiva, para ser conscientes de que cada vez que nos protegemos también protegemos a los demás, empezando por nuestros seres queridos·, recalca. "Confío en vosotros, demostremos de qué pasta estamos hechos los alicantinos. Cumplamos cada uno con lo que le toca y venzamos de una vez a esta pandemia".
En comunidades como Madrid, Valencia o Galicia las reuniones en el interior están prohibidas. Algo que es muy difícil de controlar pero en el que existe mucho incumplimiento. Los agentes reconocen que no puede poner un policía en cada puerta y hace un llamamiento a la responsabilidad individual.