Bill Gates, fundador de Microsoft, ha saltado a los titulares de medio mundo después de que hayan rescatado unas palabras suyas pronunciadas en 2015 durante una charla TED. Es cierto que no habló del coronavirus exactamente, pero sí que predijo ciertas cosas que están ocurriendo en estos mismos instantes.
Por aquel entonces el brote de ébola copaba todas las portadas y, en ese marco, Gates aseguró que el la comunidad científica "no estaba lista para la próxima epidemia". Anunció que el siguiente brote sería "1.000 veces peor".
"Cuando era niño, el desastre que más nos preocupaba era una guerra nuclear. Por eso teníamos un barril en nuestro sótano lleno de latas de comida y agua. Cuando se produjera el ataque nuclear, se suponía que debíamos bajar las escaleras, agacharnos y alimentarnos del barril. Hoy el mayor riesgo de catástrofe global no se ve así, si algo mata a más de 10 millones de personas en las próximas décadas, lo más probable es que sea un virus altamente infeccioso en lugar de una guerra. No serán misiles, serán microbios", dijo Gates.
Para el multimillonario, la clave estaba en aprender del episodio vivido con el ébola. En otras palabras, no caer en errores ya cometidos: "Hemos invertido una gran cantidad en elementos disuasorios nucleares, pero en realidad hemos invertido muy poco en un sistema para detener una epidemia. No estamos listos para la próxima epidemia. Miremos el ébola, estoy seguro de que todos lo leyeron en el periódico, grandes y complicados desafíos".
"Lo seguí cuidadosamente a través de las herramientas de análisis de casos que utilizamos para rastrear la erradicación de la poliomielitis y, al observar lo que sucedió, el problema no era que hubiera un sistema que no funcionara lo suficientemente bien el problema era que no creamos un sistema en absoluto. De hecho, hay algunas piezas clave obvias que faltan", añadió.
Según Bill Gates habría que preparar un grupo especialista en epidemias para que "investigaran y observaran la enfermedad" y así averiguar hasta dónde había llegado a extenderse. "No teníamos un equipo médico listo, no teníamos una forma de preparar a las personas. Luego, gente como Médicos sin Fronteras hizo un gran trabajo orquestando voluntarios. Pero aun así, fuimos mucho más lentos de lo que deberíamos llevando a miles de trabajadores a estos países, y una gran epidemia requeriría que tengamos cientos de miles de trabajadores", aseguró.
Y las coincidencias no acaban ahí. Atención a lo que explicó acerca de cómo sería la próxima epidemia: "Puede ser un virus en el que las personas se sienten lo suficientemente bien mientras están infectadas como para subirse a un avión o ir a un mercado. De hecho, veamos un modelo de un virus que se propagó por el aire, como la gripe española en 1918. Esto es lo que sucedería, se extendería por todo el mundo muy, muy rápidamente y se podría ver morir a más de 30 millones de personas por esa epidemia. Así que este es un problema grave, deberíamos preocuparnos mucho".