Miles de afectados por la guerra se ven obligados a refugiarse en otros países donde lo único que encuentran es el olvido. Abocados a unos campos donde no hay ni las mínimas condiciones para sobrevivir. Dos bebés, uno de ellos de días, han muerto congelados en un campo de refugiados al noroeste de Siria.
Los bebés, de siete días y dos meses, han muerto congelados en el campo de refugiados debido a las gélidas temperaturas que soportan los inmigrantes en los campos de refugiados en esta época del año.
Las temperaturas en la zona en invierno no superan los menos 10 grados.
Con ese frío y en condiciones infrahumanas viven en los campos de refugiados quienes huyen del horror de la guerra.
No es raro ver a los niños jugar en los campos de refugiados sin abrigos y, a veces, sin zapatos, sobre la nieve y el hielo.
En estas circunstancias han muerto los dos bebés que, lamentablemente, no han sido los únicos fallecidos por el frío. En las últimas horas, Turquía ha hallado los cadáveres congelados de 12 personas en su frontera con Grecia.