El pasado noviembre, Kaiden Jake Shattock, nació prematuro y con una extraña anomalía, no tenía una capa superior de la piel, solo la tenía en la cara.
Su madre, una joven de 19 de años del condado de Warwickshire, en Inglaterra, dijo que cuando vieron al bebé por primera vez, "estaba crudo, parecía un trozo de carne cruda". El pequeño estaba muy enfermo, sus padres no podían ni cogerlo en brazos y estuvo luchando desde el principio contra enfermedades como el herpes congénito, la dermólosis o la bronquiolitis.
A las seis semanas comenzó a crecerle la piel, sin embargo, hace un mes tuvo que someterse a una operación para transferirle piel del estómago al brazo derecho y se espera que necesite al menos cuatro injertos más durante este año.
Los médicos pensaron que no sobreviviría pero ahora ya tiene seis meses y vive en casa con sus padres. La madre tuvo una complicación renal durante su embarazo y sangró en varias ocasiones antes del parto; según recoge el diario británico Daily Mail, el caso está siendo investigado por expertos en el extranjero.