Inmaculada es la agente de la Policía Local de San Javier (Murcia) que ayer acudía a un portal de vecinos de la localidad para atender a un bebé que había sido abandonado. Lo hacía junto a dos compañeros, Ricky y Gonzalo, que atendían a la niña, de tan solo tres días de vida, que había sido encontrada por una vecina alertada por los llantos de la misma.
"Mis compañeros, a pesar de ser padres los dos, no se atrevían a coger el bebé, así que yo lo hice", nos cuenta Inmaculada. "Yo también soy madre, y sé que un bebé de tan pocos días busca el calor y así se calma. Justo en ese instante busca mamar, entonces hay que separarla un poco, pero así sigue calmada". La agente se hizo cargo de la niña mientras realizaban la inspección ocular, para buscar evidencias o pruebas para dar con la persona que la había abandonado, además de la propia nota que había dejado la madre junto al bebé.
"Me cercioré de que la niña estaba bien, de que respiraba con normalidad y miré qué ropa llevaba puesta. Después llamamos a los sanitarios para pedir una ambulancia". Inmaculada no se separó de la niña, ni siquiera, cuando llegaron los sanitarios. "Como yo era quien la tenía cogida, los enfermeros comprobaron que se encontraba bien, que respiraba con normalidad y la acompañé hasta el hospital en la ambulancia". Inmaculada nos cuenta que esta parte de su trabajo, cuando un suceso así acaba bien, supone una enorme satisfacción. "Me alegro de que la niña se encuentre bien y de que pueda tener una familia que se ocupe de ella, si al final su madre biológica termina renunciando a ella".
La madre de la menor, de 23 años y origen sudamericano, fue localizada por el número de identificación de la etiqueta del cordón umbilical de la recién nacida. Había abandonado el hospital horas antes de abandonar al bebé. Ahora se enfrenta a un presunto delito de abandono de menores. La niña se encuentra bien aunque permanece ingresada en el Hospital de Los Arcos (Murcia) en observación. Los servicios sociales de la Comunidad Autónoma se harán cargo de ella.