La madre de Marina King, Emily Hannah, una mañana se dio cuenta de que su bebé no estaba bien. Decidió llevarla al médico y en menos de dos horas tenía el diagnóstico: meningitis. Una enfermedad a la que los niños pequeños son especialmente vulnerables y que si no se trata a tiempo puede ser mortal. Una de las consecuencias de la listeriosis, infección de la que se ha detectado un brote en España, es precisamente la meningitis. Pero la de Marina es una muestra de que si se acude pronto al médico se cura.
La meningitis puede causarla un virus -la enfermedad es menos grave- o una bacteria. En ese caso es muy importante recibir un tratamiento antibiótico cuanto antes. Es lo que hizo la madre de Marina King llevarla al su pediatra porque notó que su hija no estaba bien una mañana. Estaba como muy adormilada y no quería comer aunque no tenía más que 37 de temperatura.
Su pediatra le dijo que debía ir rápidamente al hospital cuando le vio unas rojeces por el cuerpo. Allí en dos horas los médicos le habían confirmado las sospechas de su médico: era meningitis bacteriana. Gracias a la rapidez de los médicos, cuenta la madre al diario Walesonline, que enseguida le administraron el tratamiento antibiótico la niña hoy está bien.
Solo deben hacerle una prueba de audición para confirmar que la enfermedad no le ha afectado al oído.
España sufre estos días el brote de listeriosis más importante que ha habido nunca con más de un centenar de afectados tras comer una carne contaminada. La meningitis es una de las posibles consecuencias graves de esta infección, si no se coge a tiempo.
Los recién nacidos y las embarazadas están entre la población de riesgo. De hecho en nuestro país hay varias mujeres gestantes hospitalizadas tras contraer la listeriosis.
No obstante, hay que tener en cuenta que si se trata a tiempo ambas infecciones de pueden controlar.