Primero apareció el grafiti. Un prisionero liberado por obra, podría ser de Bansky. El mural en la antigua prisión de Reading, donde estuvo Oscar Wilde encarcelado dos años por su condición homosexual, tenía todos los elementos para que su autor fuera el artista de Bristol.
El pintor ha certificado su autoría con este video publicado en una red social. Le intuímos con la escalera, pintando la plantilla del prisionero que baja por la pared de la cárcel con unas sábanas anudadas hechas con el papel de una máquina de escribir. En plena noche y con plan de acción bien estudiado. Los retoques finales, incluso con rotulador.
Hace dos años el gobierno birtánico puso el edificio a la venta al tiempo que empezó una campaña liderada por actores británicos para convertir la cárcel en un centro cultural, pero hay dudas de que finalmente acabe convirtiéndose en una zona para pisos de lujo.
Hay quien ve en el mural una muestra de apoyo del artista a la iniciaiva inicial (a modo de denuncia), aunque el verdadero sentido de la obra solo lo conoce el huidizo autor de arte urbano. Con Bansky, piensa en todo, y acertarás.