Los resultados de la autopsia realizada al magnate estadounidense Jeffrey Epstein, imputado por explotación sexual y que murió el pasado sábado en su celda, ha confirmado que se suicidó al ahorcarse en su celda. La oficina del médico forense de la ciudad de Nueva York ha publicado los resultados este viernes 16 de agosto.
Epstein, de 66 años, fue hallado “inconsciente” en torno a las 6:30 horas de la mañana del pasado sábado 10 de agosto en su celda de la Unidad de Alojamiento Especial del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan. El multimillonario “recibió ayuda de emergencia y fue trasladado en ambulancia a un hospital para recibir tratamiento, donde se le declaró difunto”.
Su caso ha generado gran interés debido a que Epstein se encontraba solo en su celda cuando el pasado 25 de julio ya había sido hallado semiinconsciente y con marcas en el cuello también en su celda. Por ello, las diferentes teorías conspiratorias comenzaron a surgir.
Epstein fue imputado por tráfico sexual de menores y conspiración tras la aparición de nuevos testimonios que le situaban como cabecilla de una “vasta red” de explotación de menores desde sus mansiones de Manhattan y Florida entre 2002 y 2005. Sin embargo, no fue detenido e imputado hasta el pasado 2018.
Este mismo viernes, otras dos mujeres han presentado demandas contra el hombre por valor de cien millones de dólares (cerca de 90,2 millones de euros) al denunciar que sufrieron abusos sexuales a manos del magnate. “Epstein empleaba el término ‘masaje’ para atraer con engaños a las demandantes a su vivienda para tocarlas de forma sexual contra su voluntad y forzarlas a ver cómo se masturbaba”, aseguran las denunciantes.
Por otro lado, también destaca la relación de Epstein con la élite política de Estados Unidos, desde el matrimonio Clinton al actual inquilino de la Casa Blanca. El propio Trump reconoció que sabía quién era Epstein, residente en Palm Beach, donde el presidente tiene un campo de golf. “Tuve una pelea con él hace un tiempo. No soy precisamente un fan”, declaró entonces.