Atraco de película en una ciudad al sur de Brasil. Hasta 30 hombres fuerte armados irrumpieron en una sucursal bancaria, utilizando explosivos, tomando rehenes y tiroteando a la policía. Hay un agente y un guardia de seguridad heridos.
El asalto al banco brasileño no no es un asalto cualquiera. Han sido dos horas seguidas a tiros y con explosiones. Los propios ladrones han hecho saltar por los aires las cajas fuertes.
Lo tenían preparado todo al milímetro. Han logrado evadir toda la seguridad e incluso han tomado como rehenes a los funcionarios que trabajan en la entidad. Los han puesto en la carretera de barricada humana.
Para terminar este robo de película solo hay que ver la caravana de vehículos de alta gama para abandonar la escena.
Han dejado una millonaria huella: billetes y billetes por la carretera, que los vecinos se apresuran en recoger. La estrategia perfecta: cuanta más personas haya en la carretera, más difícil es para la policía darlos caza.