La familia se teme lo peor después de haber recibido un mensaje desolador: “No puedo respirar. Mamá, lo siento, me muero. Mi camino al extranjero no tiene éxito. ¡Mamá, te quiero mucho! Me muero, no puedo respirar...”. Pham Thi Tra My, de 26 años, envió este mensaje a las 4:28 del miércoles en Vietnam, las 10:28 horas en Gran Bretaña, un momento en el que el camión del horror estaba en tránsito entre Zebrugge y Purrfleet, según los datos de GPS. Todos intuyen ya que Pham puede ser una de las víctimas.
Un dato hace pensar en un trágico final y no solo el contexto de la llamada: Pham no ha dado señales de vida desde entonces, nadie sabe dónde se encuentra. Más datos apuntan a que Pham forma parte de los 39 muertos debido a las bajas temperaturas del tráiler frigorífico en el que estaban siendo transportados. Uno sustancial es que Pham había planeado viajar a Inglaterra, según un grupo de derechos humanos en contacto con su familia. De hecho su propio hermano ha reconocido el pago de 30.000 libras a la mafia.
The Independent desvela que la policía aún no confirma ni desmiente nada porque está centrada, precisamente, en el análisis de los cuerpos. La embajada vietnamita en Londres sí que se ha puesto en contacto con las autoridades británicas para saber de una de sus ciudadanas, pero está esperando respuesta.
La muerte en esas condiciones es terrible porque empiezan a fallar uno por uno todos los órganos como consecuencia de la hipotermia. Pudo ser el triste final de una joven en busca de un futuro mejor. De la joven Pham.