Los estudiantes de una escuela de Kharkiv, una localidad ucraniana situada a tan sólo 40 kilómetros de la frontera con Rusia, han recibido una particular clase en la que se han enfundado chalecos antibalas y han utilizado cascos y distintas armas de guerra. "Es muy raro hacer todo esto delante de mis amigos en el colegio", asegura una joven. También han realizado simulacros de evacuación, mientras el país se prepara para un posible ataque por parte del Ejército ruso. "Hemos comenzado con más frecuencia a realizar esos simulacros para niños", dice un especialista en Defensa Civil, apuntando que les enseñan municiones y explosivos para que se den cuenta de lo que puede pasar. Una clase de guerra que ha tenido lugar tanto en el salón de actos como en el patio del centro. El Ministerio de Exteriores de Ucrania ha instado a los ciudadanos ucranianos a abandonar Rusia "inmediatamente", en una recomendación que afectaría a unos tres millones de personas que viven de forma permanente o parcial en territorio ruso. Kiev, que también desaconseja futuros viajes, ha dado este paso ante "la intensificación de la agresión rusa" contra Ucrania, ya que puede derivar en restricciones en cuanto a la asistencia consular para los ucranianos en Rusia. En este sentido, el Ministerio que dirige Dimitro Kuleba ha señalado que ignorar estas recomendaciones puede hacer que los ucranianos no reciban la protección adecuada.