Navalni abandona la huelga de hambre 23 días después y por advertencia médica
El opositor ruso Alexei Navalni anuncia que abandona la huelga de hambre que empezó hace 23 días
Los médicos le han advertido de que si seguía adelante con ello podía poner en peligro su vida
Había perdido la sensibilidad en piernas y brazos
El opositor ruso Alexei Navalni ha anunciado este viernes que abandona la huelga de hambre que comenzó hace 23 días, después de que los médicos le hayan advertido de que, de seguir adelante con ella, podría poner en peligro su vida.
Navalni lo ha hehco saber a través de su cuenta de la red social Twitter y en Instagram, donde ha justificado que las palabras de los doctores "le parecen dignas de atención" y ha detallado que continuará exigiendo la visita de un facultativo porque ha perdido la sensibilidad en sus piernas y brazos; la principal demanda del opositor cuando comenzó la huelga de hambre. Sin embargo, dejará de rechazar alimentarse.
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El opositor ruso ha agradecido el "gran apoyo" recibido "de buena gente de Rusia y de todo el mundo", antes de considerar que se ha hecho un "gran progreso".
La advertencia de los médicos: su vida podía estar en peligro
De este modo, Navalni cede y atiende a las razones de los médicos, que le pidieron este jueves que pusiera fin a la huelga de hambre, argumentando que, de lo contrario, "pronto no tendrán a nadie a quien curar". Así, le advirtieron de que "una mayor hambruna puede causar un daño significativo" en su salud.
Más de 1.700 detenidos en las últimas movilizaciones por Navalni
Alexei Navalni fue detenido el 18 de enero a su llegada al aeropuerto de Moscú por incumplir la libertad condicional tras pasar meses en Alemania recuperándose de un envenenamiento del que el destacado opositor ruso culpa directamente al presidente del país, Vladimir Putin.
El líder opositor se declaró en huelga de hambre a finales de marzo, para denunciar su estado y reclamar la visita de un médico. Desde entonces, sus aliados han alertado de que su situación ha empeorado, hasta el punto de que sufriría parálisis parciales.
Su arresto y su encarcelación ha provocado numerosas y multitudinarias movilizaciones en Rusia. En la última, el miércoles, fueron detenidas al menos 1.777 personas, según datos de la organización de defensa de los Derechos Humanos OVD-Info.