Por qué sonreía Navalni si ha sido condenado a tres años y medio de cárcel
En el fondo, Navalni ha puesto al Kremlin en la situación incómoda
Sus seguidores vuelven a las calles
Sigue atacando a Putin ante la mirada internacional
¿Por qué sonríe Navalni tras ser condenado a tres años y medio de cárcel? En el fondo, Navalni ha puesto al Kremlin en la situación incómoda que había previsto. De pie en un cubículo de vidrio, Navalni, que fue detenido a mediados de enero cuando regresó al país, sonrió y dibujó un corazón en el aire por su esposa Yulia mientras el juez leía el veredicto. Quizá por eso se le ha visto relajado en el banquillo, sonriendo. De buen humor, burlón e incluso enviando corazones a su mujer. Solo minutos antes de que lo sentenciaran a pasar tres años y medio de cárcel.
La justicia rusa condenó a Alexei Navalni por incumplir los términos de su libertad condicional. Aunque Putin permitió su traslado a un hospital alemán tras el envenenamiento. La sanción de este martes supone la reimposición de una condena por malversación de fondos que había sido suspendida en 2014. La condena se debe a que Navalny había faltado a sus citas de libertad condicional cuando estaba en coma en un hospital en Alemania recuperándose de un intento de asesinato con el agente nervioso novichok.
MÁS
En fin, Navalni intuía que algo así iba a ocurrir cuando regresó a Rusia hace dos semanas. Lo denunció aquí, en esta entrevista a Informativos Telecinco, en la que también acusaba al gobierno de Putin de haber querido asesinarlo.
Pero no solo es la sentencia. La policía rusa ha detenido en tres días a más de cinco mil seguidores del líder opositor por manifestarse pacíficamente. Y el ministro de Exteriores advierte a Estados Unidos y a la Unión Europea de que no admitirá reprimendas.
Navalni, que ya cumplió un año bajo arresto domiciliario que se descontará del total de su condena lanzó en el juicio un ataque contra el presidente Putin diciendo que pasaría a la historia como un envenenador y dejó claro que el objetivo principal de la audiencia era intimidar a millones de ciudadanos rusos.
Simpatizantes de Navalni organizaron una protesta inmediatamente después de conocerse la decisión y trataron de reunirse fuera del tribunal, pero toda la zona estaba tomada por la policía antidisturbios. Más de 300 personas fueron detenidas. Lo que quería el opositor, que también acusa a Putin de haber ordenado su envenenamiento, un atentado que casi le provoca la muerte en agosto de 2020. Luego cayó en coma y una organización humanitaria con sede en Alemania persuadió a funcionarios rusos para que lo trasladaran a Berlín para que recibiera tratamiento. Pero su intención, tras recuperarse, fue siempre volver a Rusia como confirmó en una entrevista con Informativos Telecinco. Y sabía, visto lo visto, lo que le esperaba.