La capital alemana, Berlín, ha dejado a un lado los mensajes públicos educados sobre el coronavirus para lanzar un recordatorio mucho más directo acerca de las medidas necesarias para evitar la propagación del covid-19. En concreto, el explícito recado va dirigido a las personas que se niegan a utilizar la mascarilla.
El anuncio, colocado en los diarios locales, muestra a una anciana presentando su dedo medio extendido a la cámara junto al mensaje "un movimiento de dedo para todos los que no tienen mascarilla". "Queríamos usar un lenguaje que se adaptara al carácter atípico de la ciudad y que subrayara la dramática situación de la pandemia, y lo logramos", dijo un portavoz de Visit Berlin, la agencia de turismo que desarrolló la campaña, a The Guardian.
La imagen de la jubilada enojada es parte de una campaña más amplia que se lanzó en septiembre con una serie de carteles tipográficos en alemán, inglés, turco y árabe, con eslóganes igualmente brutos pero un poco menos agresivos como "mascarilla puesta para evitar que se apaguen las luces".
En el pasado, la empresa de transporte público de Berlín, BVG, ironizó sermoneando a los viajeros que el precio de un billete de temporada estaba absolutamente justificado porque cerrar la puerta del autobús en la cara de un pasajero requería un entrenamiento intenso.
Sin embargo, viniendo del Gobierno de la ciudad, la nueva campaña de coronavirus ha supuesto un cambio de tono que no ha complacido a todos los berlineses.
El líder local de la CDU de Angela Merkel, Kai Wegner, ha criticado el cartel asegurando que "la situación es demasiado grave para hacer bromas estúpidas". Y el secretario general de los Demócratas Libres de centro derecha dijo que la campaña "no fue ni divertida ni poco convencional, sino arrogante y ofensiva". Además, un delegado independiente señaló que había presentado cargos por "incitación al pueblo".
Visit Berlin ha apuntado que no pretende usar de nuevo dicha imagen.