Mentimos más con las mascarillas puestas

  • Reconocemos que mentimos unas 1,65 veces al día, con la pandemia más

  • Ya no se pueden percibir los gestos

  • La situación de la pandemia nos da excusas para mentir

Nuestros gestos dicen mucho de lo que pensamos, sentimos u opinamos. Ahora que llevamos mascarilla y que tenemos la mitad del rostro cubierto, es más complicado que nos lean la cara. Y sí mentimos más. ¿Con qué frecuencia la gente miente en su vida diaria? En un artículo publicado en 2010 en Human Communication Research , Kim B. Serota, Timothy R. Levine, Franklin J. Boster abordaron este problema exacto en tres estudios separados. De este estudio se hace eco la web psychologytoday.com.

Los datos eran esclarecedores. Reconocemos que mentimos unas 1,65 veces al día (pocas parecen), solo el 40,1 por ciento de la muestra informó haber mentido en las últimas 24 horas. El 22,7 por ciento de todas las mentiras fueron dichas por el uno por ciento de la muestra, y la mitad de todas las mentiras fueron dichas por el 5,3 por ciento de la muestra. Es decir, los que sí se reconocían como mentirosos. Por cierto, no había grandes diferencias entre hombres y mujeres.

Ahora, con la mascarilla puesta, parece que mentimos más y no solo porque hacerlo cara a cara es más fácil, distancia de seguridad incluida. Al final, el rostro es el espejo del alma. Al mirar a alguien a la cara, y más concretamente a los ojos, podemos intuir cada una de sus intenciones. La mentira también puede manifestarse en tics físicos o gestos, como torcer los labios o la sonrisa. Ahora será más difícil generar la sensación de confianza en alguien a quien acabas de conocer porque verle la cara es importante.

La propia pandemia nos da más argumentos para mentir. "Que no he salido de casa, que he usado una máscara en todas partes, Que estoy feliz de tener el privilegio de estar en casa...". Ahora entre ansiedad y estrés y miedo la posibilidad de mentir crece.