Daylan McLee, un afroamericano de 31 años que a lo largo de toda su vida ha sido víctima de tratos injustos por el color de su piel e incluso llegó a pasar un año en prisión injustamente, se apresuró en rescatar a un agente de Policía de un coche en llamas y salvar su vida, en un momento en el que las tensiones raciales tras la muerte de George Floyd están en uno de sus picos.
Los hechos sucedieron cuando McLee escuchó el estruendo de una patrulla que había chocado con otro vehículo frente a su departamento en Uniontown (Pensilvania). El agente Jay Hanley luchaba por su vida dentro del coche cuando las llamas ya estaban en su asiento. Y como era de esperar, desgraciadamente tras la ola de odio que se ha suscitado en el ambiente, McLee admite que por un segundo dudó si debía intervenir.
"Me dije: 'No voy a dejar que muera'. No sé en qué pensé. Solo sé que saqué la puerta y lo arrastré hasta el otro lado de la calle", aseguró. "Hay valor en cada vida humana. Todos somos hijos de Dios y no puedo imaginar ver a alguien quemarse. No importa lo que otras personas u oficiales me hayan hecho a mí. Yo sólo pensé: este tipo merece llegar a casa y abrazar a su familia", explicó a los medios.
En 2016, McLee fue arrestado después de poner fin a una pelea y desarmar a un hombre frente a una sala de la Legión Americana en Dunbar, Pensilvania, según el Morning Call. Los policías alegaron que McLee les había apuntado con un arma, aunque, según los informes, el vídeo de vigilancia mostraba al hombre de 31 años quitándole un arma a otra persona y arrojándola rápidamente a un área de hierba cercana. McLee pasó un año en la cárcel en espera de juicio por lo que llamó cargos falsificados en una demanda civil presentada en 2018.
Además, tuvo otro encuentro con la policía a principios de este año, cuando agentes vestidos de civil lo persiguieron fuera de un porche y lo patearon en la cara antes de acusarlo por resistirse al arresto. Dijo que no sabía que sus perseguidores eran oficiales de policía y planea luchar contra los cargos. Pese a estos precedentes, McLee simplemente vio a otro ser humano en grave peligro y corrió a salvarle la vida.
"Necesitamos trabajar en nuestra humanidad ... ese es el principal problema de este mundo. Estamos estancados en cómo levantarnos o desquitarnos, y no es así como me criaron para ser. Aprendes, vives, sigues adelante y siempre me enseñaron a perdonar en grande", dijo. Según los informes, la familia del oficial herido, que es blanco, se acercó para expresar su gratitud a McLee.