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"Mi familia no cree en las vacunas pero es nuestra única arma para volver a vivir." Es la reivindicación de un adolescente de 17 años, que vive en Florencia y que se enfrenta a sus padres a cuenta de la vacunación contra el covid. El joven ha pedido a ayuda a una asociación de abogados para que actué de mediadores pero no descarta ir a los tribunales para poder decidir contra la voluntad de sus progenitores.
Los padres, ambos antivacunas, le han prohibido que se vacune contra el Sars-Cov-2, pero él está dispuesto a saltarse la autoridad familiar y ha dicho que “si es necesario” recurrirá “también al presidente de la república”, según ha contado a los medios italianos.
Italia ha autorizado desde junio la vacuna a partir de los 12 años, pero los padres deberán autorizar a sus hijos menores de edad, algo que estos padres negacionistas han rechazado, según el joven afectado ha contado. "Es absurdo que no pueda participar en una decisión tan importante", ha explicado el adolescente que nunca en su vida ha sido vacunado por decisión de sus progenitores.
La mayor preocupación de este joven es no poder ver a su novia, no volver a viajar, no poder frecuentar una discoteca, o ir al cine, a causa de la decisión de sus padres.
El joven, al ser menor de edad, no puede encargarse directamente de sus derechos ante la ley, como establece la legislación italiana. Por eso ha pedido ayuda a una asociación de abogados matrimonialistas de Toscana para que intenten una mediación. Si la negociación no llega a un resultado positivo, el asunto podría terminar ante un juez.
Este podría ser el primero de otros muchos conflictos parecidos. Desde que el caso salió a la luz en Italia, otros jóvenes de Toscana, algunos de padres separados o divorciados se han animado a pedir ayuda al sufrir la misma situación.
El movimiento antivacunas ha tomado fuerza en Italia alarmando a los médicos que desde hace algunos años ven cómo han ido bajando las tasas de inmunización contra enfermedades como el sarampión y la poliomielitis.
La Justicia italiana ha salido al paso a este pulso negacionista regulando la obligatoriedad de 10 vacunas, lo que ya al año siguiente incrementó de manera significativa la cobertura vacunal del país. La dosis contra el virus Sars-CoV-2, no obstante, es de momento únicamente obligatoria en Italia para médicos y personal sanitario.