En Hollywood, las actrices que cuando comienzan a cumplir años dejan de encontrarse dentro de los cánones de belleza suelen ser apartadas y olvidadas. La secuela de Top Gun ha puesto en relieve el último caso, pero no es el único.
Gracias a Top Gun, Tom Cruise y Kelly Mcgillis se convirtieron en la pareja cinematográfica del momento en los años 80. Sin embargo, 33 años después él si reaparece en la secuela, pero ella no. “No me quieren por gorda y por aparentar la edad que tengo”, ha afirmado la actriz.
Una queja pública que la intérprete, a quien siquiera ofrecieron un cameo como sí hicieron con Val Kilmer, también algo estropeado por el paso del tiempo. Una discriminación más que las mujeres de Hollywood llevan denunciando mucho tiempo.
Hace más de una década que Faye Dunaway ya puso el grito en el cielo porque no la querían emparejar con actores de su quinta como Clint Eastwood o Jack Nicholson. Lo mismo experimentó Emma Thompson en Sentido y sensibilidad, cuando alguien le dijo que era demasiado vieja para Hugh Grant.
Patricia Arquette se ríe de los hombres que se niegan a compartir escena con mujeres de su edad.Y Anne Hathaway reconoce que a ella de veinteañera le ofrecían papeles de treintañeras y ahora que ella es la treintañera lo sufre. Mientras ellos tienen licencia para envejecer, a ellas las quieren eternamente jóvenes.