Las autoridades de China han abierto en un tiempo récord un nuevo hospital en la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei, para tratar a los miles de afectados por el brote del nuevo coronavirus, que se ha cobrado ya 361 vidas.
El hospital Huoshenshan, bautizado así por un dios del fuego, se ha construido en solo dos semanas, en un intento de las autoridades por frenar la expansión del brote de coronavirus, que ya ha infectado a más de 17.000 personas en todo el país.
El nuevo centro, que cuenta con una plantilla de 1.400 trabajadores sanitarios, la mayoría militares, y dispone de 1.000 camas, ya está preparado para recibir pacientes desde este lunes, según ha contado el director del hospital, Zhang Siming.
Las autoridades tienen previsto terminar esta semana un segundo hospital, el Leishenshan, cuyo nombre significa la montaña del dios iluminado.