A colación de la Huelga Mundial Climática celebrada el 27 de septiembre las ONGs, Acción Contra el Hambre y Save the Childres, han señalado que la crisis climática incide en la mortalidad infantil y en la desnutrición de los menores. Ha aprovechado el marco de la Semana Global de Acción por el Clima para resaltar esta información.
Los problemas a los que se enfrentan 600 millones de niños en los 10 países más vulnerables al cambio climático son variados. En primer lugar, la polución ambiental que se relaciona con el retraso en el crecimiento intrauterino o bajo peso al nacer lo que provoca un desarrollo cognitivo en los bebés deficiente. En segundo lugar, las sequías traen consigo la reducción del acceso a alimentos y con ello: desnutrición, malnutrición y migraciones forzosas. Otro problema es la falta de acceso a agua potable originada por inundaciones que incrementa las enfermedades como la malaria o la diarrea. Y finalmente, las organizaciones señalan las destrucciones de escuelas, hospitales y viviendas por tifones, tormentas tropicales y ciclones.
Acción Contra el Hambre ha señalado que han aumentado el número de fenómenos extremos como huracanes, inundaciones o seguías desde 1990 lo que ha provocado el aumento de la inseguridad alimentaria en algunas regiones. Si la temperatura aumenta un 1,5 grados podría llevar a un mayor riesgo de escasez de alimentos en muchas regiones que están al borde de la inseguridad alimentaria. Todavía más preocupante, dicen, si sube dos grados. 189 millones de personas se sumarían a las 821 millones que sufren escasez crónica de alimentos según los datos del 'Global Report on Food Crises' de la Comisión Europea de 2019.
Según señala la organización, la crisis climática podría dejar a más de 25 millones de niños en estado de desnutrición, aumentar la desnutrición crónica en un 62% para 2050 y producir un incremento de 189 millones de personas en inseguridad alimentaria.
"El impacto del cambio climático, que ya agrava las actuales crisis humanas, podría acabar con años de progreso en la lucha contra el hambre y la desnutrición. Es fundamental aumentar la capacidad de recuperación de las poblaciones más vulnerables para reducir necesidades y apoyar sus medios de vida para adaptarse a futuras riesgos", ha indicado el responsable de resilencia y gestión de riesgos ante desastres de Acción contra el Hambre, Didier Verges.
Save the Children, ha indicado que cuatro de cada cinco muertes, enfermedades y lesiones atribuibles al cambio climático las padecen los niños."Desde nuestra fundación hace 100 años, las emergencias por desastres naturales propiciados por el cambio climático aumentan cada día y es necesario atender a más y más niños y niñas víctimas de la crisis climática global", ha señalado Andrés Conde, el director general de Save the Children.
Acción contra el Hambre ha detallado que está redoblando sus esfuerzos en los países más afectados por el hambre: adaptando cultivos, sistemas de alerta, sistemas comunitarios o familiares de retención del agua de lluvias y con las respuestas metodológicas a las nuevas oleadas de desplazados por la crisis climática. La organización reclama fondos internacionales para financiar estos esfuerzos relacionados con el cambio climático para consolidar los pilares de la seguridad nutricional, sanitaria, medio ambiente sanitario, salud mental y las prácticas de atención y educación con especial atención en los más vulnerables, los menores.
Además, señala que las estrategias nacionales que se lleven a cabo para mitigar estos problemas deben ser respetuosas con el medio ambiente. "El sistema humanitario debe adaptarse para acabar con las crecientes e impredecibles necesidades humanitarias derivadas del cambio climático. Los derechos humanos y el derecho internacional humanitario deben ser respetados frente al cambio climático" añaden.
Las organizaciones han apoyado las movilizaciones convocadas para hoy en todo el mundo exigiendo la declaración de crisis climática como emergencia por parte de todos los Estados del mundo. Al manifiesto se han adherido más de 300 organizaciones y plataformas en España a través de la Alianza por el Clima, en el que se reclama a las diferentes administraciones públicas que actúen de forma "rápida y contundente".