Brasil sufre las peores inundaciones en más de un siglo. Las lluvias devastadoras ya han costado la vida a más de medio centenar de personas y más de 30.000 ciudadanos han tenido que ser evacuados ante unas riadas que se han llevado a su paso todo lo que tenían delante.
El número de muertes ha aumentado a 56, según el último balance difundido este martes por la agencia de Defensa Civil del país. Hasta el momento 65 personas han resultado heridas y dos continúan desaparecidas: una en Luisburgo y otra en Conselheiro Lafaiete.
La fuerza del agua ha roto el asfalto y ha destrozado un puente en la ciudad brasileña de Belo Horizonte. Riadas que también han arrasado con un mercadillo entero, dejando a puestos y comerciantes a merced de la corriente.
Son las peores lluvias en el estado de Minas Gerais desde 1910, cuando empezaron las mediciones. Precipitaciones acumuladas que han provocado numerosos corrimientos de tierra y derrumbes de viviendas. Algunas casas, construidas junto a los cauces de los ríos, han acabado engullidas por el agua. Un centenar de localidades permanecen aisladas y ya se han producido casos de saqueos y pillaje.