En Turquía, el mandatario del país, Recep Tayyip Erdogan, afronta la mayor oleada de protestas de su mandato tras la detención del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, quien este domingo ha sido enviado a prisión preventiva, según informa Federico Molina.

Decenas de miles de ciudadanos, por quinto día consecutivo, se han echado a las calles en la movilización más masiva hasta el momento. Ni el gas pimienta ni los cañonazos de agua de la Policía logran disuadir a los manifestantes, que han dicho basta a la deriva autoritaria que desde hace años lleva el presidente otomano.

Ekrem Imamoglu, máximo rival político de Erdogan y considerado como el candidato perfecto para derrotarlo en las presidenciales, se encuentra ya en una cárcel de alta seguridad, acusado de corrupción, aunque también afronta cargos de terrorismo.

El intento de ponerlo fuera de juego puede salirle mal a Erdogan, poco acostumbrado a semejantes contestaciones. La indignación va a más y al desafío en las calles se ha unido el del partido político del destituido, que hoy lo han elegido candidato a la Presidencia.

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