Con el distanciamiento de EEUU con Europa, Bruselas planea incrementar su autonomía tratando de depender menos de la industria militar estadounidenses. Quiere potenciar la producción local, excluyendo parcialmente a Reino Unido, Turquía y Estados Unidos. El nuevo giro replantea algunos pedidos de material militar, como los cazas estadounidenses F-35, como cuenta en el vídeo Javier Zabalza.
El F-35, el avión más moderno que suma algo que no tienen otros, y es que es casi invisible en los radares.El problema es que lo fabrica Lockheed Martin, estadounidense, y eso significa ataduras militares en tiempos inciertos. Se ha llegado a decir que el Pentágono puede inutilizarlos a distancia pulsando un interruptor, algo que el fabricante ha desmentido.
Los países que lo han comprado han tenido una sorpresa desagradable, el avión informa al fabricante de todo lo que hace. Rearmarse si, pero sin depender de otros.
Canadá y Portugal quieren suspender futuros pedidos, mientras que Alemania se lo está pensando. Otros países como Italia, Dinamarca o Países Bajos no se lo plantean: tienen ya algunos y esperan decenas más.
España no tiene, pero podrían reemplazar a los envejecidos F-18 para seguir contando con un segundo modelo además del Eurofighter. Además, servirían para reemplazar al desfasado Harrier porque pueden aterrizar verticalmente en nuestro único portaaeronaves.
Europa tiene alternativas: el Rafale F5, el Eurofighter o el Gripen sueco. Otra consecuencia de la Era Trump
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