Son espectaculares los rayos de un sistema de tormentas que ha causado cerca de 40 muertos ya en Estados Unidos. Este poderoso temporal ha precipitado además la formación de tornados, incendios e incluso tormentas de arena, dejando con ellos una estela de destrucción en hasta siete estados del país.

Son las tormentas más feroces de la última década que han combinado todos los elementos: tornados de categoría F4 capaces de levantar 40 toneladas por los aires; incendios devastadores y vientos de hasta 270 kilómetros por hora. Todo ello se han cobrado 40 víctimas mortales.

Asistir a esta furia desde el aire es tan aterrador como vivirlo a ras de suelo. Salir al exterior a comprobar daños es desolador. Hasta 80 tornados en dos días han arrasado los bosques.

Sobre la casa de un hombre "han caído 20 o 30 árboles" a causa del viento. Aún a sí, todavía es pronto para contar los millones de copas de árboles que se han esfumado y los que se han arrancado de cuajo.

Siete estados están siendo arrasados, entre los que se incluyen Arkansas, Alabama, Oklahoma, Virginia y el epicentro en Misisipi. Se calcula que cien millones de personas se han visto afectadas y sus hogares están destruidos.

Este lunes la amenaza de fuego continúa en Estados Unidos. Más de treinta y seis millones de americanos permanecen en alerta roja por fuentes vientos y riesgo de incendio.

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