Rusia y Estados Unidos están negociando el posible final a la guerra de Ucrania, un conflicto iniciado en 2022. Desde entonces, su presidente, Volodímir Zelenski, se ha estado mostrando reacio a firmar cualquier tipo de acuerdo que no responda a sus demandas como el que le entregó el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, al asegurar que "no está preparado para protegernos". Esto se debe a que ambos países negociadores esconden intereses sobre Ucrania.

Teniendo en cuenta que el Kremlin no ha conseguido ganar militarmente, el principal objetivo de Vladimir Putin es que se reconozcan como rusos todos los territorios que han conseguido ocupar sus tropas durante estos años, concretamente al oeste del país afectado. No obstante, Ucrania ha dicho que nunca va a reconocer ningún cambio en sus fronteras. Asimismo, el mandatario ruso exige que se levanten las sanciones impuestas por países terceros.

Por otra parte, se ha filtrado un texto de Estados Unidos en el que están trabajando los negociadores de Donald Trump en los que se incluirían sus demandas. Entre ellas, destaca que quieren controlar la reconstrucción del país, para, de este modo, poder quedarse con el 50% de las reservas de petróleo y gas, además de los minerales de las 'tierras raras', que poseen recursos fundamentales en la construcción de misiles o coches eléctricos. También les interpone que se rijan por la ley de Nueva York.

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