Entre críticas, memes y todo tipo de reacciones por su simbiosis, la Casa Blanca ha salido al paso de las afirmaciones y las inquietudes alrededor del dúo formado por Donald Trump y Elon Musk para dejar claro que el dueño de gigantes como X, Space X o Tesla, contra el que ya hay manifestaciones, “no tiene autoridad real ni formal para tomar decisiones gubernamentales por sí mismo", pese a ser un asesor principal del presidente estadounidense.

Concretamente, el director de la Oficina de Administración de la Casa Blanca, Joshua Fisher, ha explicado en un documento judicial en el marco de un caso presentado contra Musk por el estado de Nuevo México que es "un empleado de la oficina de la Casa Blanca y que ocupa un cargo de "funcionario gubernamental especial no de carrera" y que, en ese puesto, es un asesor principal de Donald Trump.

Así, desde la Casa Blanca matizan que Elon Musk no es un empleado del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) y, por tanto, "no tiene autoridad real ni formal para tomar decisiones gubernamentales por sí mismo".

La aclaración llega después de que el propio Donald Trump describiera a Elon Musk como líder de la operación que supervisa los recortes masivos a la fuerza laboral y las agencias federales cuando anunció la creación del DOGE en noviembre.

De hecho, el propietario de SpaceX y Tesla se ha convertido en el rostro de la operación, mostrando en cada intervención pública su sintonía con el inquilino de la Casa Blanca.

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