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Regresar a un lugar no es lo mismo que regresar a casa, aunque esa casa ya no exista y todo lo que ahora la rodea sea un desierto de escombros, que parece incompatible con la vida humana. El matrimonio gazatí de Sabry y Sabrine Massoud se encontraron este panorama después de meses de ocupación israelí. A su regreso solo les quedaba su gato, que corrió a protegerse en el regazo de su dueña, tras meses sobreviviendo entre las ruinas y las bombas. Una información del periodista Mauricio Megía.
"Mi casa ha sido destruida por tercera vez, la primera la reconstruí, la segunda volví ha reconstruirla pero ahora parece que será difícil repararla o incluso encontrar un lugar para vivir, cuentan Sabri Masoud y su esposa Sabrine, que han vuelto a su hogar en Yabalía, en el norte de la Franja de Gaza. Solo han encontrado a su gato, superviviente milagroso de los bombardeos del Ejército de Israel.
A primer vista parece que ya solo les queda su gato, sucio y magullado. El futuro no se anuncia muy alentador con la otra guerra que se avecina: la de la gente hambrienta y sin refugio ni dónde quedarse. La mayoría duerme en la calle, a pesar del frío y de la lluvia.
La devastación que ha causado Israel, especialmente en el norte de la Franja de Gaza, vuelve a poner a prueba la resistencia de los gazatíes. "Rechazamos el desplazamiento, aunque sigamos viviendo sobre los escombros. Son los escombros de nuestras casas, son los escombros de nuestros antepasados. Son los escombros de nuestro país", asegura Sabry Massoud que reivindica su tierra ante la propuesta de Trump de desalojarlos para convertir la zona en la Riviera de Oriente Medio.
"Rechazo incluso vivir en un centro de acogida, no hay nada mejor que los escombros de mi casa", reitera la pareja de gazatíes, que se muestran convencidos de permanecer en una chabola, fabricada con nylon y cartón.
Para cualquiera que no sea palestino intentar vivir aquí, parecería una locura. Ellos han soportado durante más de un año los bombardeos y la muerte, "porque nos aferramos a este suelo, nos aferramos al suelo de nuestra patria" y, aseguran "continuaremos resistiendo hasta que se garanticen los derechos más básicos del pueblo palestino.
Como ellos, tan solo ruinas es lo que están encontrando cientos de miles de gazatíes al regresar a sus hogares y donde vemos destrucción y ruina, los palestinos, este siempre será su hogar, desde el río hasta el mar.
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