El papa Francisco sigue en el Hospital Agostino Gemelli de Roma, en el que ingresó este viernes por una bronquitis que le está afectando las vías respiratorias, aunque las pruebas que se le han realizado este sábado arrojan una "mejora en algunos valores", ha informado el Vaticano en un comunicado de prensa.

Según apunta Darío Menor desde la capital italiana, el Sumo Pontífice ya no tiene fiebre. Eso sí, se trata del mismo problema de salud por el que hace unos días se vio obligado a trasladar las audiencias a su residencia, la Casa Santa Marta.

De hecho, el pasado domingo, Francisco, de 88 años, tuvo que interrumpir la lectura de su homilía por el Jubileo de las Fuerzas Armadas en la plaza de San Pedro debido a "dificultades en la respiración", según explicó él mismo.

"El papa Francisco descansó toda la noche. No presentó episodios febriles. Las pruebas realizadas durante el día confirman la infección del tracto respiratorio. La terapia se modificó ligeramente en función de hallazgos microbiológicos adicionales. Las pruebas de laboratorio realizadas revelan una mejora en algunos valores", detalla el citado comunicado.

Unas horas antes, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, había detallado a los periodistas en la Santa Sede que Jorge Mario Bergoglio había "leído algunos periódicos" esta mañana y había "desayunado bien", para seguidamente apostillar que "las pruebas y las terapias continúan".

Los médicos han prescrito al Sumo Pontífice reposo absoluto con el objetivo de facilitar su recuperación, por lo que este domingo, 16 de febrero, no dirigirá la oración del Ángelus, aunque tiene intención de enviar el texto para su publicación.

Francisco está al tanto de los "numerosos mensajes" de pronta recuperación de los ciudadanos y las "muestras de cariño", sobre los que ha mostrado agradecimiento, y también ha pedido "seguir orando por él".

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