Persecución al inmigrante en Estados Unidos, pero el afán de Donald Trump se ha extendido a Canadá. En condiciones extremas de frio, inmigrantes cruzan desde el territorio estadounidense a Canadá. Son imágenes nocturnas de la Policía montada, que tras el amago de subida de aranceles han aceptado reforzar sus frontera . En EEUU se ha desatado la caza al inmigrante. La información en vídeo de la periodista Sonia Losada.

Los inmigrantes indocumentados evitan los lugares públicos, porque otra consecuencia de la política de Trump es estimular el miedo en unos y envalentonar a los 'voluntarios', ese grupos de estadounidenses que delatan a cualquiera que hable español o les parezca latino, como episodios que han ocurrido en los últimos días.

La cifras de estas redadas ya revelan los resultados: "Ya son 8.000 inmigrantes arrestados", presume la portavoz de la Casa Blanca. ¿Cuántos son criminales? le pregunta una periodista. "Todos", contesta la portavoz de Trump. Para la administración republicana todo el que entra en Estados Unidos de forma ilegal es un criminal. 

Las cuentas oficiales de la Administración Trump subrayan solo aquellos perfiles con graves antecedentes penales: de los 5.000 deportados ya han llegado una decena a la base de Guantánamo, entre ellos hay varios miembros de la banda venezolana Tren de Aragua.

Los medios afines solo muestran este tipo de perfiles deportados y criminales y también lo hacen en las redes senadores como este de Missouri que impulsa una ley para recompensar a quien delate a un inmigrante sin documentos y posibilite su arresto.

Algunos estados se emplean a fondo con fórmulas de siglos pasados: el Estado de Misuri promete pagar a los 'cazadores' de inmigrantes hasta 1.000 dólares por dar información que lleve al arresto de personas indocumentadas.

De momento esa ley no ha sido aprobada y una similar en Misisipi ha sido tumbada en el trámite legislativo, por el momento, porque ellos seguirán intentándolo. 

Para estimular la delación y la persecución creará un portal de denuncia on line y un correo. En las redes ya hay quien se apunta a esta actividad que algunas organizaciones humanitarias advierten de el peligro de abusos y excesos.  Y ya han detenido a varios ciudadanos que suplantaban la identidad de agentes de Aduana y Emigración para detener a personas que ellos consideraban criminales, solo por hablar español o ser latinos.

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