Hay mucho que analizar en el día de la toma de posesión de Donald Trump, el nuevo presidente de los Estados Unidos. Siguiendo lo que ha ocurrido minuto a minuto en el Capitolio, llaman la atención las medidas que ha tomado Joe Biden, que ha indultado a sus tres hermanos, a sus respectivas parejas y a personalidades de su Administración apenas unos minutos antes de la ceremonia de Donald Trump.

No parece una transición política habitual, con el temor del presidente saliente a que el nuevo presidente persiga a sus familiares. Tal y como ha indicado Dori Toribio, están siendo muy polémicos los últimos indultos. Porque Biden lo anuncia cinco minutos antes de que Donald Trump tome posesión y cuando su ceremonia de investidura ya había comenzado, algo que "no tiene precedentes en la historia". En la forma, porque lo anuncia cuando el foco ya está en Trump, y en el contenido.

Son indultos muy amplios, tanto a incondicionales como a sus hermanos y otros familiares que nunca han sido condenados. Pero Biden dice que quiere protegerles de investigaciones "políticamente motivadas" y sugiere una venganza de Donald Trump. Es cierto que Trump ha sugerido en los últimos meses represalias a quienes le han investigado o imputado, pero Biden va hoy mucho más allá con su familia.

Si hay algo que domina el nuevo presidente es el arte del espectáculo. Se le han escuchado muchas propuestas, muchas políticas. ¿cuánto hay de ruido? ¿cuánto de obstáculo se va a encontrar ahora? Dori Toribio asegura que, en cuanto a sus órdenes ejecutivas, no todo lo que promete va a poder hacerlo solo. Por ejemplo, en 2017 su gran promesa era construir un muro en la frontera sur y nunca lo pudo terminar porque no tenía el apoyo del Congreso y no tenía el presupuesto.

Trump ahora promete entre otras cosas bajar rápidamente la inflación, pero es difícil que lo consiga solo con un decreto. También, en materia migratoria, promete una deportación masiva y rápida de millones de migrantes indocumentados. Y eso es muy difícil llevarlo a la práctica en su totalidad. Necesita el apoyo del Congreso y de terceros países que tendrá que negociar. En cuanto a las cosas que sí podrá hacer rápido y solo serán los indultos a los asaltantes al Capitolio.

Es verdad que en el discurso de Trump hay diferencias respecto al de 2017 y también algunos guiños a su eletorado, a su núcleo más duro, con mensajes apelando al votante de Trump tradicional. Como apunta Dori Toribio, se ha visto a un Trump muy experimentado y muy preciso. Ya conoce Wasinghton. Quiere ir muy rápido, hoy ha dicho paso a paso qué es lo que va a hacer. Su discurso se ha centrado en casa, con muy pocas referencias internacionales. Se ha centrado en la vuelta a la era dorada en Estados Unidos. Y el discurso también ha estado muy politizado, en el que ha cargado duramente contra el actual Gobierno con Joe Biden a sus espaldas, algo no necesariamente habitual en una investidura.

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