Cuatro años después, Donald Trump y su esposa Melania regresan a la Casa Blanca. El magnate ha iniciado la jornada de este 20 de enero con un acto religioso en la iglesia episcopal de San Juan, acto seguido se ha desplazado a la Casa Blanca, donde él y su mujer, han sido recibidos por los Biden, con quienes han compartido una bebida caliente, cumpliendo así la tradición que marca este histórico relevo en el poder.

En torno a las 17:00 horas, y con una expectación total, el empresario ha llegado al Capitolio para ser investido 47º presidente de los Estados Unidos a sus 78 años. Ha sido a su llegada, bajo la atenta mirada de todos los allí presentes y de invitados como Joe Biden, Kamala Harris y el vicepresidente electo J.D. Vance, cuando se ha vivido uno de los momentos más tensos de la ceremonia.

En la sala también se encontraba Melania Trump, que ha lucido un conjunto de abrigo cruzado y falda de Adam Lippes en tono azul marino y una blusa blanca de seda. Como complemento ha escogido un sombrero con ribete blanco del diseñador Eric Javits.

Fiel a su estilismo de este día, ha decidido no quitarse el sombrero que portaba durante los actos previos a la gala, cubriendo así parte de su rostro. Un accesorio que ha supuesto todo un problema tanto para la exmodelo como para el político. Primero, por el viento, ya que en varias ocasiones la primera dama ha tenido que sujetárselo para evitar que se moviera o saliera volando por el mal temporal. Segundo, cuando su esposo ha intentado darle un beso delante de todos.

El republicano ha entrado al epicentro de la sala hasta llegar a la zona central, donde estaba Melania y su hijo Barron. Ha sido entonces cuando Trump se ha acercado para darle un beso, protagonizando un momento de lo más incómodo, ya que el sombrero dificultaba esta muestra de afecto pese al intento de su mujer de poner la mejilla. Al final, y ante la imposibilidad de besarse, ambos se han dado un beso en el aire, algo muy propio en el mundo de numerosos rostros conocidos como las Kardashian.

Este instante no ha tardado en viralizarse en las redes sociales. "¿Fue el sombrero o la falta de ganas el causante de este intento de beso durante la toma de posesión entre el presidente Donald Trump y su esposa?", "Se lo ha puesto para que el marido no alcance a darle un beso en la mejilla", "La imagen es maravillosa", "Frío como la nieve", se observa en X -antes Twitter.

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