Reino Unido está muy pendiente de lo que suceda a partir de ahora con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. A los problemas que tiene que hacer frente el Ejecutivo laborista, especialmente económicos, consecuencia de la gestión de los últimos gobiernos conservadores, se ha sumado la campaña de Elon Musk para provocar su caída.

El multimillonario estadounidense, propietario de X y Tesla, ha cargado con dureza contra el primer ministro británico desde que éste desembarcara en el número 10 de Downing Street. Sólo el pasado 6 de enero, el magnate envió 150 mensajes en su red social para desprestigiar a Keir Starmer por un escándalo de abuso de menores.

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