Donald Trump: las polémicas que giran en torno a su toma de posesión

La investidura de Donald J. Trump como el 45.º presidente de los Estados Unidos, el 20 de enero de 2017, no solo marcó un hito en la historia política del país, sino que también estuvo rodeada de controversias que reflejaron la profunda polarización de la sociedad estadounidense. Repasamos las principales polémicas asociadas a este evento histórico, tanto para Estados Unidos, como para el resto del mundo.

Los asistentes a la ceremonia: discrepancias en las cifras

Una de las primeras controversias surgió en torno al número de asistentes a la ceremonia de investidura. Mientras la administración Trump afirmaba que se trató de una de las ceremonias más concurridas de la historia, imágenes comparativas con la investidura de Barack Obama en 2009 mostraban una asistencia significativamente menor. El entonces secretario de prensa, Sean Spicer, declaró que fue "la mayor audiencia que jamás haya presenciado una investidura, tanto en persona como a nivel global", una afirmación que fue ampliamente cuestionada por los medios de comunicación.

Estimaciones independientes cifran entre 300.000 y 600.000 asistentes, mientras que en 2009 la investidura de Barack Obama tuvo nada menos que 1.8 millones de personas como espectadores. Las diferencias entre versiones, por lo tanto, resultan abismales.

En este sentido, en su primer día como secretario de prensa, Sean Spicer criticó a los medios por su cobertura de la asistencia a la investidura, afirmando que se trató de la mayor audiencia en una ceremonia de este tipo. Estas declaraciones, posteriormente defendidas por Kellyanne Conway como "hechos alternativos", desencadenaron un debate sobre la veracidad y transparencia de la nueva administración.

Discurso inaugural: tono divisivo y nacionalista

El discurso de Trump se caracterizó por un tono populista y nacionalista, enfatizando la transferencia de poder de Washington D.C. al pueblo estadounidense. Frases como "Esta carnicería americana se detiene aquí y se detiene ahora" fueron interpretadas como una crítica directa al establishment político. Esta forma tan característica de abordar este momento es totalmente opuesta a los discursos más conciliadores de sus predecesores, mucho más conciliadores, generando en esta ocasión un debate sobre su intención de unir o dividir al país.

Protestas y manifestaciones: la Marcha de las Mujeres

Al día siguiente de la investidura, cientos de miles de personas participaron en la Marcha de las Mujeres en Washington D.C. y en otras ciudades del mundo, protestando contra las políticas y retórica de Trump, especialmente en relación con los derechos de las mujeres y las minorías. Este movimiento es una prueba más de la profunda división y el descontento de una parte significativa de la población.

Relaciones con la comunidad artística: boicots y apoyos inesperados

La ceremonia de investidura también estuvo marcada por la controversia en torno a las actuaciones musicales. Varios artistas rechazaron participar en protesta por las políticas de Trump, mientras que otros, como The Village People, que anteriormente habían criticado al presidente, finalmente aceptaron actuar, generando sorpresa y debate sobre sus motivaciones.

La toma de posesión de Donald Trump en 2017 estuvo rodeada de múltiples polémicas que reflejaron las tensiones y divisiones existentes en la sociedad estadounidense. Desde disputas sobre la asistencia hasta debates sobre la veracidad de las declaraciones oficiales, este evento puso de manifiesto los desafíos que enfrentaría la administración Trump en términos de credibilidad y cohesión nacional.