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Tres personas detenidas en Los Ángeles relacionadas con provocar los fuegos que arrasan la ciudad
El número de fallecidos ha aumentado a 25 y todavía continúan desaparecidas 13 personas
Las llamas han calcinado ya cerca de 16.500 hectáreas
Los vientos huracanados hacen que no exista peor escenario posible en los incendios de Los Ángeles
Poco queda de lo que un día fue la ciudad de Los Ángeles. Reducida a cenizas y escombros, la estampa que se observa es desoladora. Las autoridades han detenido a 14 personas relacionados con los fuegos, 3 de ellas sospechosas de provocar los incendios, como cuenta en el vídeo Ana Verdejo.
“Es una pesadilla. Es como si estuviera dentro de un mal sueño”, afirma Shauna, que junto a su madre Erika, lo han perdido todo. “El incendio empezó a unos 8 kilómetros de aquí. No pensábamos que llegaría tan rápido”
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Una vida borrada por las llamas que costará volver a construir, muchas calles han desaparecido por completo. Hace una semana, el fuego sorprendía a los vecinos, viéndose obligados a abandonar sus hogares.
En medio de la desgracia, algunos han conseguido salvar sus viviendas, como Michael y Karina: “Una de las características de la casa es el revestimiento de fibrocemento que la cubre es extremadamente resistente al fuego”. Gracias a este material su casa permanece en pie.
“Al conocer la historia del sur de California, éramos muy conscientes de que, en algún momento, podría producirse un incendio grave”, explica.
Los vientos ponen en riesgo la vida de los bomberos
Las llamas han calcinado ya cerca de 16.500 hectáreas. Los bomberos siguen luchando contra los incendios en un operativo que se ha complicado por las fuertes rachas de viento. “Los vientos están siendo muy destructivos y ponen en riesgo la vida”, cuenta el jefe de bomberos.
Todavía continúan desaparecidas 13 personas y el número de fallecidos ha aumentado a 25. Mientras, las autoridades han detenido a 14 personas relacionados con los fuegos, 3 de ellas sospechosas de provocar los incendios.
Cuando las llamas se extingan, las autoridades tendrán que enfrentarse a la costosa tarea de retirar toneladas de escombros, muchos de ellos tóxicos. Entre los restos hay amianto. Un grupo de minerales empleados hace décadas en la construcción y de una gran toxicidad.
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