La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca ya había puesto en guardia a muchos líderes europeos, pero es su principal asesor, el magnate Elon Musk, al que miran con más cautela.

El canciller alemán, Olaf Scholz, ya le señala por su injerencia al apoyar a partidos de extrema derecha. Mientras, el primer ministro británico, Keir Starmer, le acusa de extender mentiras y desinformación. Todo mientras el presidente francés, Emmanuel Macron, ve en el empresario nacido en Pretoria un serio riesgo para las democracias.

España tampoco se libra de los mensajes de Elon Musk en sus redes sociales, donde recientemente se pronunciaba con un “wow” para responder a una información que afirmaba que el 91% de los condenados en Cataluña por violaciones son extranjeros.

El Gobierno dice, a este respecto, que apoya las tesis de la Comisión Europea, que lo que pide al magnate es que no confunda el derecho de la libertad de expresión que él, como propietario de X, tiene libremente en la UE, con usar su red social y manipularla y favorecer sus intereses en función de lo que a él le interese.

Además, como informa en el vídeo Lluís Tovar, desde Europa le recuerdan que ya hay una ley de la pasada legislatura que vigila que la desinformación no campe a sus anchas dentro de la Unión Europea.

El debate se ha colado de lleno en la agenda comunitaria. En Bruselas admiten abiertamente que están en guardia, aunque con algo más de prudencia y equilibrio que otros líderes europeos porque de momento tampoco se desea una guerra abierta con el hombre fuerte de la próxima Administración Trump.

Su relación con el republicano, que tomará posesión de la Casa Blanca el próximo 20 de enero y sus declaraciones incendiarias han llegado al corazón de Europa.

Musk ha encendido las alarmas. A extrema derecha en Alemania le ha dado su ferviente apoyo, lo que ha motivado la respuesta de Olaf Scholz, que ve en su injerencia un peligro por la influencia de la red social X, antes Twitter.

“Que esas plataformas digitales actúen con absoluta neutralidad y, sobre todo, sin ningún tipo de injerencia”, ha pedido Pilar Alegría, portavoz del Gobierno de España a ese respecto.

Mientras, desde Reino Unido su primer ministro ha denunciado sus mentiras, la “desinformación” y su apoyo a las ideas reaccionarias.

Lejos no se queda Macron, que se pregunta cómo un magnate de la empresa privada puede apoyar estas ideas.

En el otro lado está Georgia Meloni, primera ministra italiana. Su gobierno reconoce contactos con la empresa de Elon Musk ‘Space X’ para la provisión de telecomunicaciones seguras al Estado italiano.

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