El espectacular accidente de un avión en el que iban a bordo unas 67 personas ha dejado una de las imágenes más impactantes. Una gigantesca llamarada de fuego, una explosión en la que se produjo cerca de la ciudad de Aktau, en Kazajistán, y del que ahora se investigan las posibles causas.
Por el momento, al menos 32 personas han logrado sobrevivir tras estrellarse este miércoles cerca de la ciudad kazaja de Aktau el avión de Azerbaijan Airlines en el que viajaban y que cubría la ruta que une la capital de Azerbaiyán, Bakú, y Grozny, capital de la región rusa de Chechenia.
En avión siniestrado viajaban 67 personas, incluidos cinco miembros de la tripulación, ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán. La mayoría de los viajeros son azerbaiyanos, si bien hay rusos, kazajos y kirguises. A la espera de más información, se ha confirmado la muerte de los pilotos.
Apenas transcurridas un par de horas de vuelo, el avión solicitó aterrizar de emergencia. Debido a la fuerte niebla en Grozni, fue desviado primero a Majachkalá, en el Daguestán ruso, y después a Aktau, donde finalmente se estrelló a unos tres kilómetros del aeropuerto de esta ciudad situada a orillas del mar Caspio.
Por otro lado, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyevnto, explica que "hay diferentes versiones" de lo que ha ocurrido: "La información que se me ha facilitado, es que el avión desvió su rumbo debido al empeoramiento de las condiciones meterológicas y comenzó a volar hacia el aeropuerto de Aktau, donde se produjo el accidente".
En la imagen del radar se ve con claridad la enrevesada trayectoria del piloto intentado gobernar el avión minutos antes de accidente, cuya causa aún no está clara. Además, entre las hipótesis, se baraja que el avión pudo chocar contra una bandada de pajaros y también se investigan unos extraños agujeros que se han hallado en el fuselaje.
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