Gisele Pelicot abandonaba los juzgados de Avignon, en Francia, con la cabeza alta y bajo una tremenda ovación. Termina así un proceso doloroso que ha dado la vuelta al mundo y que sirve para condenar a su marido y otros 50 violadores.
Pelicot comenzó el juicio como la víctima de abusos salvajes durante años y lo termina como un icono mundial de la lucha contra la violencia que sufren muchas mujeres.
Esta mujer se ha convertido en un icono contra la violencia sexual. Al abrir las puertas de ese infierno personal, muchas víctimas han sentido que hablaba por todas ellas. Gisele Pelicot ha logrado que, como pidió, ‘la vergüenza cambie de bando’.
“Dedico mi lucha a todas las personas, mujeres y hombres de todo el mundo, que son víctimas de agresiones sexuales. Miren a su alrededor, no están solos”, aseguraba en una de sus declaraciones públicas.
Con esa seguridad, Gisele renunció a su derecho al anonimato y, desde el primer momento, ha dado la cara por quienes tienen miedo a hacerlo. Su historia y su modo de afrontarla han hecho de esta mujer de 72 años un referente del feminismo y la lucha contra la violencia sexual.