Organizaciones judías y medios israelíes han mostrado su rechazo al nuevo nacimiento que preside el gran salón de audiencias del Vaticano. Se trata de un regalo de la ciudad de Belén al Papa Francisco, realizado por artesanos palestinos. 

En dicho nacimiento, el Niño Jesús aparece descansando sobre una kufiya, el tradicional pañuelo palestino, conocido por ser universalmente el símbolo de apoyo a la causa de este pueblo. 

"Nos sentimos decepcionados y preocupados por el hecho de que una tradición religiosa significativa se haya politizado de esta manera", ha asegurado sobre esta escultura el American Jewish Comittee, la organización judía más importante del mundo en materia de diplomacia global. 

El diario 'The Times of Israel' también ha tachado de "provocadora" la decisión de colocar este nacimiento en el Vaticano y asegura que llega después de "una serie de declaraciones del Papa sobre la guerra en curso entre Israel y diversos 'proxies' de Irán, lo cual ha enfurecido a algunos judíos e israelíes", señala el periódico. 

El nacimiento fue inaugurado este pasado sábado en la basílica de San Pedro. "Ante este pesebre recordamos a nuestros hermanos y hermanas que, en Belén y en otras partes del mundo, sufren la tragedia de la guerra", señaló el Papa Francisco durante la audiencia privada a los donantes del Belén y la ceremonia de encendido del árbol de Navidad en la Plaza de San Pedro.

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