Los congresistas de Estados Unidos ya conocen la propuesta de recortes que el magnate Elon Musk y el excandidato presidencial Vivek Ramaswamy quieren meterle al gigantesco presupuesto federal de Estados Unidos. Musk y Ramaswamy fueron elegidos por Donald Trump para dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de su nueva Administración y su propuesta de rebajar en 500.000 millones de dólares incluye medidas como terminar con los subsidios o el teletrabajo. Informan Dori Toribio y Laura Echevarría.
La música de los recortes suena bien en los oídos de los representantes demócratas, pero la concreción de las medidas asusta a muchos de ellos por la magnitud del tijeretazo presupuestario. Por lo que se sabe por ahora, Musk y Ramaswamy, además de proponer un recorte en los subsidios de todo tipo, incluidos los destinados a promover los vehículos eléctricos, quieren también recortes del 75 % en todas las agencias estatales, algo que supondrá miles de despidos de trabajadores de la administración pública.
También proponen terminar con el teletrabajo y mandar a los empleados a oficinas ubicadas en zonas más baratas, aunque para ello tengan que cambiar de residencia. Otro objetivo de Musk y Ramaswamy es terminar con los 1.800 millones de dólares que el Instituto Nacional de Salud dedica a estudios sobre racismo. En cualquier caso se trata de gastos federales anuales que no están autorizados por el Congreso o que se utilizan en formas que el Legislativo nunca pretendió.
En encuentro a puerta cerrada con los líderes del Congreso ha servido para que estos conozcan las líneas generales de una propuesta que todavía está en plena elaboración y concreción, pero ha de ser asimilada por los políticos.
Según indicó a la prensa, antes de su inicio, el líder de la Cámara Baja, el republicano Mike Johnson, que fue el único que se pronunció, la reunión de este jueves es “el inicio de un viaje” que tiene ante sí la posibilidad de aplicar el sentido común en un Ejecutivo que es “demasiado grande”.
“Los contribuyentes merecen algo mejor. Merecen un Gobierno más receptivo, más eficiente, más ágil y más centrado en sus objetivos principales. Y esa es la oportunidad que tenemos aquí ahora. Creemos que es un momento histórico para el país”, destacó.
El nuevo organismo, según ha avanzado en las últimas semanas Trump, propondrá “reformas estructurales a gran escala” que podrían suponer fuertes repercusiones en la Administración federal en su reducción del exceso de regulaciones y recorte de los gastos considerados innecesarios.
Su visita al Capitolio fue una primera toma de contacto que permitió a ambos hablar con figuras destacadas de los republicanos tanto en la Cámara Baja como en el Senado, encargados de lidiar con la financiación del Ejecutivo o con la estructura gubernamental.
“Es la primera, nuevamente de una larga serie de reuniones que se llevarán a cabo mientras sentamos las bases para el nuevo año y el nuevo Congreso. Habrá muchos cambios aquí y en Washington y en la forma en que se manejan las cosas”, destacó Johnson.
En las elecciones del pasado 5 de noviembre Trump venció a la demócrata Kamala Harris y los republicanos se hicieron también con el control del Senado, además de mantener el de la Cámara Baja.
Johnson destacó que el esfuerzo por reducir el gasto debería ser “bipartidista” y criticó que los demócratas estén “gastando el dinero sin medida”.
“Hay una enorme cantidad de despilfarro, fraude y abuso en el Gobierno, y creo que todo el mundo lo sabe intuitivamente. Los esfuerzos aquí, con nuestros subcomités que se están creando y el propio DOGE, serán para explorar eso, investigarlo y dejarlo al descubierto para que el pueblo estadounidense lo vea”, concluyó el líder de la Cámara Baja.
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