La generación que ha nacido entre las bombas al cumplirse mil días de la guerra de Ucrania
La invasión rusa en Ucrania ha llegado a los mil días de conflicto bélico
Esta es la única realidad diaria para miles de niños que han nacido y crecido bajo las bombas en Ucrania
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Se acaban de cumplir 1.000 días de la guerra de Ucrania, una invasión que ha desencadenado un conflicto bélico que ha costado decenas de miles de muertos y que ha empujado lejos de sus hogares a diez millones de personas.
1.000 días de muerte, dolor, sufrimiento y violaciones de los derechos humanos. Casi tres años de guerra que se han convertido, también, en la única realidad diaria para miles de niños que han nacido y crecido bajo las bombas en Ucrania.
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La generación que ha nacido entre bombas
Entre ramos con los colores de la bandera ucraniana y marcas de disparos y metralla en fachadas, la ciudad de Bucha recuerda a sus más de 450 muertos en una de las masacres rusas más sangrientas en lo que va de guerra.
Un escenario, el de las bombas, que también recorre sin conocer otro desde su nacimiento hace casi tres años el pequeño Yevhen. Su inocencia y los juegos con su hermana mayor se normalizan entre el salón y los refugios antiaéreos de su casa y la guardería. Es un pequeño héroe, dice su madre Ludmyla, que recuerda que con apenas tres días de vida tuvo que huir, por el inicio del conflicto, envuelto entre mantas, en pleno invierno.
Con un tanque ruso a las puertas de su hospital. "Estoy intentando que tenga una infancia normal, que no se centre en las sirenas de los ataques aéreos. Pero cuando recibo notificaciones de bombardeos en mi teléfono, dice: 'Mami, tengo miedo, tengo miedo'", explica su madre.
Yevhen y sus compañeros se muestran muy sensibles y temen separarse de sus madres, dice Natalia, su cuidadora en este centro infantil que se ve obligado a adaptar sus rutinas en este subterráneo por seguridad.
"¿Qué clase de salud mental tendrán?", se pregunta Ludmyla, mientras la cuidadora de Yevhen en este centro dice que estos niños se muestran muy sensibles, con mucho miedo a separarse de sus madres. Una guerra que esperan que pueda terminar cuanto antes para que aspiren a un futuro brillante.
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