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El gobierno australiano ha dado un paso firme en la protección de sus jóvenes al presentar un proyecto de ley que prohíbe el acceso a las principales redes sociales a los menores de 16 años. Las plataformas más populares, como TikTok, Facebook, X e Instagram, deberán cumplir con esta nueva normativa o enfrentarse a severas sanciones económicas que superarían los 30 millones de euros.
“Se trata de una reforma histórica. Sabemos que algunos niños encontrarán formas de acceso alternativas, pero estamos enviando un mensaje a las empresas de redes sociales para que cambien de actitud”, ha dicho el primer ministro, Anthony Albanese, en un comunicado.
Esta propuesta coloca a Australia a la vanguardia de la regulación de redes sociales en el mundo. Si bien varios países ya consideraron limitar el acceso de los menores a estas plataformas, la iniciativa australiana es una de las más estrictas.
En 2023, Francia presentó una legislación similar para los menores de 15 años, aunque con la opción de acceder a redes sociales bajo consentimiento parental. En Estados Unidos, las empresas tecnológicas requieren la aprobación de los padres para que los menores de 13 años puedan utilizar estas plataformas.
El gobierno laborista de Albanese ha defendido que el uso excesivo de las redes sociales representa un riesgo para la salud física y mental de los menores, especialmente para las niñas, debido a las representaciones dañinas de la imagen corporal de los contenido misóginos dirigidos a los jóvenes.
"Para demasiados jóvenes australianos, las redes sociales pueden ser perjudiciales. Casi dos tercios de los australianos de entre 14 y 17 años han visto en Internet contenidos extremadamente nocivos, como consumo de drogas, suicidio o autolesiones", ha declarado este jueves la ministra de comunicaciones, Michelle Rowlanden, el Parlamento.
La ley impondría a las plataformas de redes sociales, no a los padres ni a los jóvenes, la obligación de adoptar medidas adecuadas para asegurar la verificación de la edad. Además, la propuesta incluirá estrictas disposiciones sobre privacidad, exigiendo a las plataformas eliminar cualquier información recopilada para proteger los datos personas de los usuarios, según indicó Rowland.
"Las redes sociales tienen una responsabilidad social, por eso estamos implementando cambios importantes para que las plataformas rindan cuentas sobre la seguridad de los usuarios", afirmó la ministra de comunicaciones.
Para verificar la edad de los usuarios, el Gobierno australiano ha propuesto sistemas de verificación sumamente rigurosos, como el uso de datos biométricos o la presentación de un DNI o pasaporte. Esta medida representa uno de los controles más estrictos impuestos por cualquier país hasta el momento.
El límite de edad establecido es el más alto hasta la fecha, y no se permitirán excepciones, ni siquiera con el consentimiento de los padres o en el caso de cuentas creadas antes de la ley.
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