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División en el seno de la Unión Europa al respecto de cómo hacer frente a la inmigración. En la cumbre celebrada en Bruselas, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, ha buscado apoyos a los centros que ha impulsado en Albania para trasladar allí a migrantes. Lo ha hecho entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y otros nueve países europeos, como Países Bajos o Polonia, que también plantean sus propias recetas para rechazar migrantes.
Alemania, como Francia, Irlanda, Bélgica o España, se han desmarcado de la reunión, pero lo cierto es que Meloni ha conseguido sentar la misma mesa a una decena de primeros ministros europeos interesados en su nuevo modelo migratorio, como informan en el vídeo Lluís Tovar y Noelia Tobías.
Si la mandataria italiana ha optado por la “externalización” de los migrantes a Albania, otros, como el primer ministro de Países Bajos, Dick Schoof, tampoco ha descartado un plan similar en Uganda.
Los asistentes a esta reunión son primeros ministros de países que coinciden en algo: quieren aumentar la mano dura contra la inmigración. En total, los diez países involucrados en esta cita, además de Italia, son: Dinamarca, Países Bajos, Austria, Chipre, Grecia, Malta, República Checa, Polonia, Eslovaquia y Hungría.
Entre los presentes, –y haciendo frente común de forma inédita con la política migratoria de Giorgia Meloni–, se encontraba también la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, preocupada, según ha dicho, en buscar soluciones innovadoras al problema de la inmigración.
Mientras, y en contraposición a este escenario, el canciller alemán ha sido uno de los grandes ausentes a la cita de Meloni. Olaf Scholz descartaba el modelo italiano como remedio para un país tan grande, decía, como el suyo.
Por su parte, España también se ha posicionado en contra las deportaciones de migrantes a Albania, que arrancaron ayer mismo y con polémica: cuatro de los 16 migrantes traslados rumbo a Albania por la marina italiana tuvieron que ser devueltos a Italia por ser menores o encontrase en situación vulnerable.
Entre tanto, el debate continúa en el seno de la Unión. La situación es tal que, en el marco de buscar una solución común, Bruselas hoy plantea también otra propuesta impensable hasta hace poco: volver a reconocer a Siria como un país seguro para la política de retornos.
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