El Ejército de Corea del Sur ha informado este martes que las autoridades norcoreanas han hecho estallar las carreteras que conectan ambos países, tras el anuncio reciente de Pyongyang sobre el cierre "permanente" de su frontera común, considerando estas vías como símbolos de la cooperación intercoreana.
"Corea del Norte ha detonado partes de las carreteras de Gyeongui y Donghae, al norte de la Línea de Demarcación Militar alrededor del mediodía", señala un comunicado del Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, según la agencia de noticias Yonhap. El comunicado también indica que Corea del Sur ha reforzado su postura de vigilancia y preparación.
Esta medida se produce en medio de un aumento de las tensiones, que incluye el lanzamiento de cientos de globos con propaganda y basura hacia sus respectivos territorios. Seúl también reanudó en junio las transmisiones de propaganda a través de altavoces en la frontera. Esto no ocurría desde hace seis años, y llevó a cabo maniobras con fuego real cerca de la frontera, junto con diversas operaciones militares conjuntas con Estados Unidos.
Con ello, Ejército surcoreano ha realizado este martes disparos al sur de la frontera con el Norte en respuesta a las detonaciones empleadas por Pionyang para destruir tramos de carreteras en su territorio que conectan ambos países. "Nuestro Ejército ha respondido abriendo fuego contra la zona situada al sur de la Línea de Demarcación Militar", afirman las fuerzas de seguridad.
El Estado Mayor Conjunto JCS añadió que Pionyang "está llevando a cabo actividades adicionales empleando maquinaria pesada" y que no se han registrado daños en sus instalaciones o personal militar a raíz de las actividades norcoreanas.
En una entrevista con el medio ABC, el embajador de Corea del Sur en España, Lim Soosuk, ha asegurado que su misión " prioritaria es mantener la paz y la estabilidad en la península coreana" y que, para ello es esencial la alianza con EEUU. A su vez, ha sentenciado que si llega a existir alguna "provocación militar de Corea del Norte, la represalia será muy dura".
Los autoridades norcoreanas han intensificado sus lanzamientos de misiles balísticos y otros proyectiles, describiéndolos como una advertencia ante las acciones de Seúl. Ambos países siguen técnicamente en guerra, ya que la Guerra de Corea (1950-1953) no concluyó con un acuerdo de paz, sino con un armisticio, y hasta ahora no han logrado establecer un pacto para poner fin oficialmente a las hostilidades.
Ambos países están interconectados por carreteras y líneas ferroviarias mediante la línea Gyeongui, que une la ciudad fronteriza surcoreana de Paju con la norcoreana Kaesong, y la línea Gonghae, que se extiende a lo largo de la costa este de la península de Corea.
El pasado 9 de octubre, las fuerzas norcoreanas anunciaron su intención de cerrar estas carreteras "para iniciar un proceso de fortificación con estructuras defensivas robustas".
Asimismo, Corea del Norte ha estado interrumpiendo las rutas terrestres entre las dos Coreas desde que su líder, Kim Jong Un, caracterizó las relaciones intercoreanas como "relaciones hostiles entre dos países". Desde ese momento, Seúl ha acusado a Pyongyang de sembrar mina en la zona, entre otras acciones.
Además, Kim convocó el lunes una reunión de seguridad para discutir la supuesta incursión de drones surcoreanos en el territorio norcoreano, un asunto que calificó de "grave provocación" y de "violación de la soberanía" de Corea del Norte. Sin embargo, Seúl sostiene que no se llevaron a cabo tales despliegues.
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