La ofensiva militar desatada por el Ejército de Israel contra la Franja de Gaza hace casi un año, en respuesta a los ataques ejecutados el 7 de octubre de 2023 por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas, ha logrado "debilitar" al grupo islamista, que sin embargo está lejos de ser "eliminado", según un estudio de Armed Conflict Location & Event Data (ACLED).
Así, ha indicado que, si bien las autoridades israelíes aseguran que Hamás no existe ya como una fuerza militar en el enclave palestino, los datos que maneja muestran que aún mantiene "algunas capacidades operativas" que le permiten seguir protagonizando enfrentamientos con las fuerzas israelíes en Gaza.
De hecho, ACLED recalca que el grupo podría mantener aún a cerca de la mitad de sus milicianos y agrega que, si bien Israel cifra en cerca de 17.000 los miembros del brazo armado muertos en combate --de un total de entre 25.000 y 30.000--, "informes detallados (publicados por el Ejército israelí) identifican únicamente 8.500 fallecidos entre los milicianos".
Así, explica que, si bien las operaciones militares israelíes han reducido "significativamente" las capacidades del grupo, no está claro el número de bajas sufridas, especialmente debido a que los informes de Israel "incluyen a milicianos de otros grupos armados y posiblemente a miembros de Hamás que no son combatientes".
Hamás ha demostrado además durante la ofensiva su "capacidad para reagruparse" y, a pesar de que el Ejército ha establecido el control operativo de cuatro de las cinco gobernaciones gazatíes durante los últimos doce meses, el grupo ha logrado resurgir y seguir llevando a cabo operaciones en la ciudad de Gaza, Norte de Gaza y en Jan Yunis.
"Esto ha forzado a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a seguir lanzando redadas terrestres más pequeñas para evitar que Hamás establezca de nuevo una presencia total", apunta, al tiempo que indica que los combates han continuado con "una intensidad variable" durante los últimos meses.
La disminución de las capacidades militares de Hamás y el desmantelamiento de "muchas" de sus brigadas han llevado al grupo a centrarse cada vez más en tácticas de guerra de guerrilla, principalmente en torno a emboscadas con explosivos contra los militares israelíes, para lo cual está haciendo uso de una extensa red de túneles en Gaza.
ACLED destaca que esta red "sigue funcional en muchas áreas", lo que juega "un papel significativo" a la hora de permitir a los miembros del brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezzeldín al Qassam, llevar operaciones de este tipo, con "niveles elevados" de ataques con explosivos a día de hoy a pesar del fin de la fase más intensa de las hostilidades, que tuvo lugar entre diciembre y enero.
"Al participar en una guerra de desgaste, en lugar de enfrentarse directamente a un Ejército con una potencia de fuego enormemente superior, Hamás probablemente intenta mejorar sus posibilidades de supervivencia", argumenta, antes de incidir en que el grupo ha incrementado además durante el último año sus ataques en Cisjordania.
En este sentido, ACLED recalca que Hamás ha aumentado sus "actividades armadas" en Cisjordania, que ya habían repuntado en 2022, a raíz de los ataques del 7 de octubre contra Israel, conocidos como 'Inundación de Al Aqsa' y que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 250 secuestrados, según las autoridades israelíes.
Desde entonces, Hamás ha estado implicado en unos 130 "incidentes violentos", lo que supone un 135 por ciento más que durante los doce meses anteriores y más de un trece por ciento de la violencia por parte de grupos armados palestinos, una cifra que podría ser aún más elevada, ya que el grupo no reclama la autoría de todas sus acciones.
El informe refleja que, si bien los grupos afiliados a Yihad Islámica y la Brigada de los Mártires de Al Aqsa siguen perpetrando la mayor parte de los ataques, los ejecutados por Hamás han sido los que han causado más víctimas, incluido además un "refinamiento" de sus tácticas durante los últimos meses.
De esta forma, el documento reseña que Hamás ha intentado "ataques más sofisticados y complejos" usando explosivos, incluido un intento conjunto con Yihad Islámica de llevar a cabo en agosto su primer atentado suicida con explosivos en cerca de ocho años, si bien el sospechoso fue neutralizado antes de lograrlo.
Apenas unos días después, miembros de Hamás perpetraron un doble atentado con coche bomba casi simultáneo en una gasolinera situada cerca del asentamiento de Gush Etzion y en el interior del asentamiento de Karmei Tzur, que se saldaron con tres heridos y la muerte de dos integrantes de las Brigadas Ezzeldín al Qassam a manos de las fuerzas de seguridad.
Por ello, ACLED subraya que Hamás, pese a estar debilitado militarmente, continuará con su lucha armada contra Israel y mantendrá "un firme arraigo ideológico y político" en Palestina, , incluidas "mayores oportunidades de expandir su influencia" ante el repunte de la violencia y los ataques por parte de colonos judíos en Cisjordania, que ha hecho aumentar el apoyo a la lucha armada.
La ofensiva israelí ha dejado hasta la fecha cerca de 42.000 civiles muertos, incluidos unos 16.900 niños, según el balance facilitado por las autoridades gazatíes, controladas por Hamás. A esta cifra de víctimas se suman cerca de 725 palestinos muertos a manos de las fuerzas israelíes o en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.
El informe subraya además que, incluso si se logra un acuerdo de alto el fuego en Gaza, hasta ahora rechazado por el Gobierno de Israel, las tropas israelíes intentarán mantener algún tipo de presencia militar en torno a los corredores de Netzarim --va desde la frontera con Israel cerca de la localidad de Beeri hasta la costa, pasando entre la ciudad de Gaza y Nuseirat, con lo que parte en dos el enclave-- y Filadelfia para "llevar a cabo operaciones futuras, de forma similar a la forma en la que opera en Cisjordania".
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha defendido en numerosas ocasiones esta exigencia, rechazada de plano por Hamás, que exige la retirada total de las tropas israelíes. Egipto también se ha mostrado en contra, especialmente debido a que el corredor de Filadelfia se encuentra muy cerca de su frontera.
Por último, ACLED afirma que Hamás "no tiene ya la capacidad o el deseo de gobernar una Gaza en guerra", pero "mantiene la capacidad de seguir combatiendo en un conflicto de baja intensidad", por lo que "se espera que la violencia continúe durante el futuro próximo", dado que el grupo "está lejos de ser totalmente erradicado".
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