El ultraderechista Partido de la Libertad (FPÖ) ha ganado las elecciones legislativas celebradas este domingo en Austria con un 29,1 por ciento, por delante del Partido Popular (ÖVP), que obtiene un 26,2 por ciento. Es su primera victoria desde la II Guerra Mundial. No obstante, los conservadores, que sufren un importante batacazo, podrían explorar una mayoría alternativa con la izquierda.
El líder del FPÖ, Herbert Kickl, ha destacado la "autoridad" con la que se han expresado los votantes. "Las cosas no pueden seguir como están ahora", ha resaltado en una comparecencia ante la prensa junto a los demás candidatos. "Estamos listos para liderar un Gobierno", ha planteado al tiempo que ha apelado a los demás a "preguntarse qué opinan de la democracia", informa la televisión pública austriaca, ÖRF.
Sin embargo, el actual canciller austriaco y líder del ÖVP, Karl Nehammer, ha cerrado de nuevo la puerta, igual que ha hecho en campaña, a apoyar un ejecutivo liderado por Kickl, prorruso, antiinmigración y antiislam. Nehammer ha manifestado su disposición a asumir las preocupaciones de los votantes del FPÖ, pero "eso no implica apoyar los métodos políticos" del extremista.
El tercer partido sería el Partido Socialdemócrata de Austria (SPÖ), con un 20,4 por ciento de votos, el peor en la historia de la formación. Su director federal, Klaus Seltenheim, ha reconocido que es "un resultado doloroso" y ha fijado como objetivo "ahorrar al pueblo austriaco una coalición negriazul", en referencia a los colores de FPÖ y ÖVP.
La cuarta posición es para NEOS-La Nueva Austria con un 8,8 por ciento, seguido muy de cerca por Los Verdes (8,7 por ciento). Más lejos están el Partido Comunista de Austria (KPÖ, 2,9 por ciento) y el Partido de la Cerveza (Bier Partei, 2,1 por ciento).
Desde NEOS, su secretario general, Douglas Hoyos, ha señalado que son "uno de los dos ganadores" de los comicios y espera que en los próximos días puedan negociar su participación en el próximo ejecutivo. "La gente quiere reformas", ha apuntado.
Por otra parte, el presidente de Los Verdes y actual vicecanciller, Werner Kogler, no ha descartado pasar a la oposición. "Puedo estar en la oposición, pero esa no es la cuestión", ha argumentado. Austria ha pasado de ser un "país retro" a estar "en la vía rápida" y ha alertado de "reformas equivocadas". Sin embargo, ha reconocido que los votos para el FPÖ suponen una "alarma de fuego", que sin embargo no significa que haya que "echar gasolina al frente del gobierno de la república".
El estudio de Foresight estimó una participación del 78,5 por ciento -casi tres puntos más que en 2019- y un margen de error de dos puntos porcentuales y destaca que el SPÖ ha sido el partido más votado en la capital, Viena, por delante del FPÖ.
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